'Valoramos mucho la opinión de la gente”

Por Julio Escalante Rojas

Suena el teléfono una vez más para reservar una habitación por Semana Santa, y Pedro Oré sabe la respuesta que debe dar. Sin que se le borre la sonrisa, Oré le dice al cliente que hace un mes que ya no hay espacio para esta fecha pero que no deje de venir alguna vez. Oré es el administrador del hotel La Confianza y está aquí desde el inicio, cuando a Juan Pablo Zolezzi, se le ocurrió comprar este lugar porque quedó cautivado con el paisaje. Zolezzi dejó el márketing y la publicidad por encargo para ejercerla en el desarrollo de su propia empresa. No tuvo que buscar un nombre vendedor pues este ya existía: La Confianza.

¿Cómo fue que conoció La Confianza?

Luego del terremoto del 2007 en Pisco muchas casas de Lunahuaná se cayeron. Yo solía venir aquí de paseo y como tenía por entonces una agencia de publicidad convencí a algunas empresas amigas de hacer una colecta y apoyar a los damnificados con casas prefabricadas de madera. Uno de esos días me desvié por la zona de Catapalla y encontré La Confianza, un lugar caóticamente hermoso y con una vista espectacular. Esto había sido una bodega pisquera fundada en 1908, pero estaba abandonada por sus dueños. Me decidí a comprarla aún sin saber bien qué podía hacer con este lugar.

¿Qué problemas surgieron?

Los dueños de La Confianza eran una señora y sus cuatro hijos, y me tomó casi un año convencerlos uno por uno de que me la vendan. Convencí a mi hermana de que invirtiera conmigo y cuando ella por fin conoció el lugar me dijo que estaba loco. La vieja bodega conservaba sus estructuras y su techo de madera, pero el resto del terreno estaba cubierto de maleza. Sin la opinión de un arquitecto o un plan muy elaborado comenzamos a construir cabañas para hospedaje.

¿Qué lo motivó a seguir?

La Confianza era como una cartulina en blanco y podíamos hacer lo que quisiéramos, no había grandes inversiones si no grandes retos. Finalmente vendí la agencia de publicidad y conseguí trabajo en la cadena de hoteles Libertador. A la par de que aprendía allí sobre el negocio seguía adelante con este proyecto personal.

¿Que tanto le costó capacitar al personal?

Cuando inicié el hotel a lo que más me dediqué fue a capacitar al personal de servicio. Tomé a gente de la zona que no tenía experiencia en hoteles, solo en el trabajo en la chacra. Fue super complicado porque me enfrentaba a un problema cultural. En Lunahuaná se trabaja por jornal solo hasta la 1 de la tarde. Es un tema arraigado y a...

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