Vacuna obligatoria y libertad

El brote de la variante delta en Estados Unidos parece estar amainando. Es una buena noticia y no solo porque hay menos muertes. El temor al contagio fue una de las causas que enfriaron la recuperación económica en el tercer trimestre.

Retornar a la normalidad será un gran alivio.

Sin embargo, la derecha está tratando de que la pandemia siga.

Hay mucha desinformación en redes sociales y algo parece provenir de Rusia (¡vaya sorpresa!), pero el rol del establishment derechista ha sido mucho más importante.

Fox News emite mensajes antivacuna casi a diario, gobernadores republicanos han intentado prohibir la vacunación obligatoria en gobiernos locales, colegios y hasta en negocios privados, y numerosos fiscales republicanos han entablado demandas para suspender órdenes de vacunación federales.

La justificación expresa es proteger la libertad. En realidad, aunque son varios los motivos de esta oposición, la política es un significativo impulsor de la agitación.

Una exitosa campaña de vacunación podría significar un exitoso Gobierno de Biden, y la derecha está decidida a impedirlo, sin embargo cuántas muertes evitables resulten del sabotaje. Vale precisar que Fox tiene una política de vacunación muy estricta para sus empleados.

Pero hay que ir al fondo del asunto. Al menos yo, raras veces he visto plenamente explicada la argumentación en contra del derecho a negarse a ser vacunado, pese a que difícilmente se podría esgrimir un mejor ejemplo que la vacuna contra el covid-19 si se busca diseñar una situación hipotética en la que los argumentos a favor de la libertad no apliquen. Y pienso que merece la pena explicar por qué.

Primero, la decisión personal está perfecta, mientras no perjudique a los demás. Yo podría deplorar lo sucia que tienes tu casa, pero es asunto tuyo; en cambio, la libertad individual no incluye arrojar basura en la calle. Y no estar vacunado en una pandemia hace daño a otros, motivo por el cual los colegios, durante generaciones, han exigido vacunación contra muchas enfermedades.

Los no vacunados tienen mucha mayor probabilidad que los inoculados de contagiarse y, por ende, contagiar a otros. También hay evidencia de que los vacunados que se contagian tienen menor probabilidad que los no vacunados de infectar a otros. Por cierto, el hecho de que algunas personas se contagien refuerza el argumento a favor de la obligatoriedad, porque significa que incluso quienes recibieron sus dosis corren algún peligro frente a quienes se...

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