Con ustedes, José Luna

Por hombre de partidos

Cuando se habla de José Luna Gálvez (Huancavelica, 1955), la cuenta política empieza en Solidaridad Nacional. Se lo poncha en la campaña del 2016 como secretario general y cabeza fáctica del partido, pues el fundador Luis Castañeda andaba sumido en la alcaldía. Pepe Luna armó la alianza con UPP, se reservó el número 1 en la lista de Lima y la primera vicepresidencia en la plancha de Nano Guerra García. El candidato cosechó tan poco, que fue retirado, junto a sus listas, poco antes de las elecciones. De esa forma Solidaridad evitaba perder su inscripción legal. Pero el fracaso y el drástico retiro bronquearon irremediablemente a Luna con el castañedismo original. Se mandó mudar y fundó Podemos Perú, inscrito el 18 de setiembre del 2017. Tres de sus hermanos, María Magdalena, Juan Oswaldo y Alfonso Mario, figuran en la nómina. Es su partido.¿Por qué Luna se encandiló con Nano? Quizá porque era un gurú del emprendedurismo popular, tan caro para él, fundador del emporio educativo Telesup en 1996, que nació a partir de una pequeña academia que funcionó en la casa familiar en San Juan de Lurigancho. Curiosamente, la educación preuniversitaria y técnica es un rubro de espectacular crecimiento que ha ayudado a financiar más de una aventura política. La academia Wisconsin, del matrimonio Fujimori Higuchi, hizo posible la fundación de Cambio 90. Y ni qué decir del ?boom? trujillano de César Acuña. Precisamente, Acuña coincidió con Luna en el más aciago de sus reveses políticos, pero antes de contar ese capítulo, evoquemos su primera gran pretensión, su primer gran fracaso y su gran aprendizaje.?PAP, pistolas?José Luna fue aprista, con carnet, con mística y con tal ímpetu que, en 1998, quiso ubicarse en las candidaturas y puestos más importantes del partido. No he hablado con él, pero sí con importantes protagonistas de esta historia, empezando por Carlos Roca, candidato a alcalde de Lima en 1998.Por esa temporada, Luna había logrado el respaldo de varios dirigentes distritales del Partido Aprista Peruano (PAP), y podía bregar por ser candidato a alcalde. Roca me insinúa con elegancia que logró esa simpatía dando trabajos y becas a varios apristas. Otros dirigentes con los que he conversado me lo dicen sin ambages: el clientelismo de Luna se estaba apoderando de los compañeros.Luis Alva Castro, entonces secretario general, convenció a Roca de postular y frenar las ambiciones de Luna. Este aceptó a condición de ir como teniente...

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