El Congreso ucraniano destituye al presidente y libera a Timoshenko

Por Idafé Martín Pérez. Desde KievUcrania vivió ayer horas dramáticas, esperanzadoras y peligrosas. En una jornada histórica, y tras la huida del presidente Viktor Yanukovich a Járkov, hubo una avalancha de acontecimientos. El día terminó con una enfervorizada Yulia Timoshenko , la lideresa opositora encarcelada hace dos años, pidiendo a miles de personas que siguieran protestando en la Plaza de la Independencia de Kiev. En un ambiente de anarquía controlada por los autodenominados grupos de autodefensa del Maidan, el centro de Kiev amaneció vacío de cualquier símbolo de la autoridad pública. Ni un policía ni un militar. En la mañana se pudo acceder al Palacio Presidencial, donde el viernes se habían firmado unos acuerdos que hoy ya no valen.También se permitió el acceso de la prensa al Parlamento. Reunidos allí, mientras se oían los gritos de la calle, los diputados votaron la elección de un nuevo ministro del Interior, la liberación inmediata de Timoshenko y la destitución de Yanukovich. Horas después, la lideresa opositora era liberada y Yanukovich anunciaba, en un video grabado desde Járkov, que ni dimitía ni reconocía unas resoluciones parlamentarias que consideraba ilegítimas.Yanukovich aseguró que lo que estaba ocurriendo en Kiev no era más que un golpe de Estado, argumento que fue repetido por Rusia. La diplomacia rusa exigió a la Unión Europea que obligue a la oposición a respetar los acuerdos firmados el viernes, pero la calle se impuso y este periodista pudo ver cómo muchos manifestantes abucheaban al dirigente opositor Vitaly Klitschko, al que no permitieron hablar.La situación política es de bloqueo. Yanukovich se puede hacer fuerte en sus feudos del este y el sur de Ucrania, donde la mayoría de la población habla ruso y donde ayer hubo manifestaciones que pedían la anexión a Moscú. Pero perdió todo control sobre Kiev y tanto las fuerzas policiales como militares aseguraron que no pensaban ponerse de ningún bando. Rusia reaccionó crispada, pero queda por saber sus movimientos a partir de ahora. Moscú podría ser la última baza de Yanukovich si todavía quisiera aplastar con las armas esta revolución. Moscú se juega mucho, en términos históricos, geopolíticos, económicos y de prestigio mundial, porque la evolución de los últimos días es una humillación para el gobierno de Vladimir Putin.Timoshenko, liberada de un hospital-prisión de Járkov, voló a Kiev y apareció pocas horas después en el escenario de la plaza. Casi enfurecida y...

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