La U de Lima en Sueños bárbaros y en Contarlo todo.
| Autor | Grimm, Nicole |
| Cargo | Rodrigo N |
[ILUSTRACIÓN OMITIR]
Uno de los temas más recurrentes en las novelas Contarlo todo y Sueños bárbaros es el de la búsqueda de esa voz propia que nos empieza a llamar desde la adolescencia, no importa si es escribiendo, haciendo cine o lo que hayas escogido como pasión a seguir. En esas épocas en las que se adolece, aquella vocecita te confunde y se entremezcla con muchas otras, las cuales te piden una personalidad, sexo, amistades, y hasta caber en un estereotipo que muchas veces nos puede funcionar como antagonista sin siquiera darnos cuenta. Ambas novelas han sabido darle la bienvenida a todas esas otras voces naturalmente intrusas y convertirlas en un camino (muchas veces minado) hacia esa voz única. Pareciera que ese camino se transforma con el tiempo, y un par de generaciones después, nos tocó un territorio de guerra.
La Universidad de Lima, años 90, con personajes como Pipo, desaliñados, relativamente misios, a los que solo les importa el arte, cabrían perfecto en una descripción de diccionario bajo la palabra bohemio. Ahora mismo aquel personaje está en peligro de extinción, y es más que nada por el hecho de que la de Lima es una universidad negocios y, en los negocios, la bohemia es una vocecita que muchos escogen ignorar. Si tienes la suerte de encontrarte con algún "Pipo", no te engañes a ti mismo, se hacen llamar así porque tienen todos los productos de Apple, reciclan, consumen cigarrillos sospechosos, escuchan grupos musicales que no existen y han visto un par de películas de Kubrick y de Polanski.
Luego, personajes semejantes al de Giovanna en Sueños bárbaros, y al de la esperada Fernanda en Contarlo todo, cuentan con una sobrepoblación en la universidad. Un ejército de damas de clase media y clase media alta, de familias conservadoras (las cuales influyen de más en sus vidas, podría decirse), que llevan uniformes idénticos, andan en manadas, llenan los baños a los cambios de hora y sus puntos de reunión oscilan entre Aura y Bizarro, discotecas en las que la entrada es gratis si eres lo suficientemente popular y el código de vestimenta está compuesto por vinchas que hacen de falda, y falsas esperanzas. Claro, los personajes de Giovanna y Fernanda nunca fueron tan exagerados, pero el punto es que evolucionaron y se convirtieron en esa nueva especie que llena los pasillos de las facultades de comunicaciones, psicología y administración.
Gabriel Lisboa, un personaje como él en los años 90 era difícil de encontrar, como bien se...
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