El triunfo de la mujer

Por Francisco Miró Quesada Rada. DirectorLa mitad del Gabinete Humala son mujeres. Esta es la culminación política de un proceso que las mujeres del Perú han ganado palmo a palmo con su lucha, esfuerzo y coraje. El presidente dijo, con razón, que las ministras están por sus méritos y no por un asunto de cuotas.Antes de que el dictador Manuel A. Odría promulgara el decreto ley que reconoció el voto universal a todas las peruanas, hubo mujeres que supieron abrirse paso en una sociedad machista y conservadora. Catedráticas como Ella Dunbar Temple y María Luisa Rivara de Tuesta. Escritoras y poetas como Magda Portal, quien escribía en la revista de José Carlos Mariátegui; Catalina Recavarren; Esmeralda González Castro, escritora, cantautora y poeta peruana más conocida con el seudónimo de Serafina Quinteras, madre de la poeta Blanca Varela; y Yolanda ?Westphalen, mi suegra, con quien tuve la suerte de vivir 24 años.Cuando Odría promulgó dicho decreto ley, en el corrillo político limeño de entonces se decía que lo hizo para ganarse el voto de las mujeres, pero sucedió que en las elecciones de 1956, la mayoría votó por Fernando Belaunde Terry. Entre las populistas conocí a Matilde Pérez Palacio, a quien cariñosamente llamábamos Matildita, y a Lily Villarán. Ambas fueron congresistas en ese destacado Parlamento instalado en 1956, durante el gobierno de Manuel Prado, en el que sobresalían diputados y senadores de la más alta calidad. También estuvo en el Congreso, como independiente pero en la lista de Prado, Irene Silva de Santolalla. En total, fueron ocho las diputadas.Cuando ingresé a la Universidad de Deusto en Bilbao, tuve muy pocas compañeras. El año pasado, al regresar luego de 44 años para dar una conferencia, estaba llena de mujeres. Lo mismo me pasó al trasladarme a la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; solo había cinco alumnas, pero a partir de la década de 1980 las aulas empezaron a llenarse de ellas, cosa que también ha sucedido en otras universidades públicas y privadas.En el periodismo añejo había muy pocas mujeres. Cuando entré a trabajar a este Diario en 1966 solo había tres periodistas: Lilian González del Riego, Margarita Conroy y Nora Pesantes. Ahora tenemos muchas redactoras y funcionarias. Lo mismo sucedió en la radio y la televisión, y no cabe duda de que ellas ocupan un papel estelar en el periodismo nacional.¿Qué sucedió? La presencia de la mujer a escala mundial es uno de...

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