Un triunfo sin luna de miel

Por Roger Zuzunaga Ruiz. PeriodistaMichelle Bachelet no tendrá tregua cuando asuma la presidencia el 11 de marzo. Esa es la conclusión de la mayor parte de analistas chilenos luego de su holgado triunfo en la segunda vuelta de las elecciones, el 15 de diciembre.La fuerte presión social en un país que suele comparar sus índices de desarrollo con naciones del primer mundo, como Noruega, exige medidas rápidas y concretas que bajen la tensión, atizada por las multitudinarias marchas estudiantiles iniciadas en el 2011. Eso lo entiende Bachelet, que ha prometido enviar al Congreso, en los primeros 100 días de su gestión, dos de sus mayores ofertas de campaña.La primera es la reforma de la educación, que busca que la enseñanza sea de calidad, gratuita y universal. Necesita US$8.500 millones de presupuesto para implementarla. El segundo proyecto que enviará es el de la reforma tributaria, para subir los impuestos a las empresas hasta el 25% y así conseguir el dinero para la educación.Bachelet tiene los votos en el Congreso para que se aprueben ambos proyectos, gracias a su heterogénea coalición que abarca desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana (para poner en perspectiva, es como si los comunistas del Perú formaran una alianza con el PPC). Pero hay un reto mayor. Durante su discurso, luego del triunfo electoral, Bachelet insistió en la necesidad de que el país tenga una nueva Constitución, con el fin de...

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