Tribus empresariales

Por Carlos Heeren. Economista

El mensaje de un mundo más individualista y jóvenes profesionales que solo parecen interesados en su propio bienestar, incapaces de identificarse y sacrificarse por una empresa, aparece todos los días en la prensa y en conversaciones de gente mayor. Lo paradójico es que su búsqueda por una causa (o aventura), que a la vez los haga sentirse parte de algo, es igual de intensa. Es que el querer pertenecer nos acompaña desde antes de la memoria. La necesidad de sentir orgullo, ganar, contribuir y ser reconocidos, también. Las organizaciones empresariales no terminan siendo muy distintas de lo que eran las tribus. Necesitan leyendas, historias, razones para seguir juntas, causas comunes, ritos. Requieren líderes en los cuales confiar y admirar. De esas tribus es el futuro y de aquellas organizaciones que logren incorporar los elementos críticos de éxito de las tribus al mercado.

Porque para ser exitosos hay que atraer talento. Y el talento quiere ser parte de una historia de éxito. Hay que lograr que grupos disímiles de individuos actúen alineados, para lo cual se requiere una visión común y un planeamiento (¿Usted hubiera marchado tras un jefe indio si le decía que...

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