Tres frentes contra la corrupción

Por Ministra de Justicia y Derechos HumanosEl Comercio abre sus página al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta. Administrar una casa grande multiplica los retos de cualquier administración familiar. Caracteres, expectativas, sueños, opiniones y demandas diferentes.En nuestra gran casa, entre otros muchos problemas, tenemos agazapados a personajes que pretenden vivir del dinero que todos aportamos de nuestro trabajo, y que asumen que no les pasará nada. Porque, finalmente, la corrupción ha carcomido nuestra capacidad de indignación y de respuesta frente al atropello y al delito cometido contra nuestro bienestar y desarrollo. Por ello, los decretos legislativos que hemos aprobado en materia de lucha contra la corrupción apuntan a terminar con la impunidad y a cerrar los espacios que la permiten o que nos mantienen silentes frente a ella. Para lograrlo, nos hemos enfocado en tres aspectos: prevención, persecución y sanción, y reinserción. Para prevenir, necesitamos detectar la corrupción a tiempo. Y ello solo es posible con una administración transparente y con sistemas de información que nos permitan ver y denunciar. Por ello, hemos creado la Autoridad de Transparencia, que se encargará de supervisar y garantizar que se cumpla la ley de transparencia y se sancione a quien no la cumpla. En esa misma línea, hemos aprobado modificaciones a la ley de gestión de intereses, para que podamos reconocer la que es legítima e identificar y sancionar la que no lo es. También un decreto que permitirá establecer las relaciones de parentesco para poder investigar basados en información oportuna y evitar posibles conflictos de interés. Asimismo, hemos hecho más de 40 modificaciones a la Ley de Contrataciones del Estado, para impedir el aprovechamiento de vacíos legales y para que el Estado compre lo mejor y al mejor precio. Además, ningún corrupto identificado podrá volver a trabajar o contratar con el Estado, y la procuraduría general queda revestida de una protección que permitirá que ningún gobierno interfiera en su labor. La simplificación de trámites va en la misma línea: cerrarle espacios a la corrupción. No se trata de una sola medida, sino de un conjunto que, sin lugar a dudas, nos brinda nuevas herramientas para prevenir la corrupción.Si aun así un corrupto se...

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