Tremendo fallo

Por Cecilia Valenzuela

Ha sido realmente lamentable ver a un magistrado de la Corte Suprema desafiar públicamente al ministro de Justicia. Peor todavía si la razón es un fallo que les reduce el castigo a los asesinos del grupo Colina.

Sendero Luminoso (SL) se recompone participando en una huelga de maestros, en diversas federaciones universitarias y en gran parte de las protestas contra la minería; como si necesitáramos más, un vocal supremo nos recuerda nuestra incapacidad de reconstruirnos en base a la justicia y a una auténtica memoria crítica y contextualizada.

El mismo magistrado que sostuvo que los ?vladivideos? no se debían usar en los juicios contra la corrupción, y que más tarde le rebajó la pena a Antauro Humala ?a pesar de haber propiciado la muerte de cuatro policías? decide ahora aplicar ?estricta doctrina? a favor de un puñado de inescrupulosos que creyeron que podían tomarse la justicia con sus manos, y manchar el honor de los policías y militares dignos que nos defendieron del terrorismo.

La decisión de Villa Stein llega, precisa, para remover las heridas que los extremistas necesitan. A SL le conviene, como a nadie, la amarga distancia que separa al Estado de la sociedad peruana.

Los promotores de la violencia sí son capaces de unirse, de recomponerse y de limar asperezas. Nosotros, en cambio, seguimos divididos y nos mostramos incapaces de reconciliarnos para enfrentar al mismo enemigo de hace treinta años.

Por desgracia, los activistas de los derechos humanos en nuestro país creen en una sociedad de vencedores y vencidos, por eso cuando integraron la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) no hicieron ni un gesto para procurar la...

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