Tras una herencia olvidada

Por Carmen Mcevoy. Historiadora

"El liberalismo peruano es una bellaquería”, afirmó Manuel González Prada en uno de esos ensayos con los que pretendió sepultar a la clase política peruana. Uno de los principales problemas del liberalismo peruano, opinaba González Prada, era su negativa a abordar la problemática social y religiosa. Los liberales criollos creían, además, que ellos habían inventado la política moderna; una afirmación con la cual discrepaba. En cada crisis nacional brotaban agrupaciones con similares pretensiones, regenerar al Perú por la honradez, la verdad y la justicia. El problema era que, a vuelta de programas y de comités, dichos grupos degeneraban en conciliábulos de conspiradores que desaparecerían en "la gran olla de las candidaturas oficiales”. Don Manuel se preguntaba con ironía: "¿De dónde nos salen los Cincinatos?, ¿de qué planeta nos llueven los Catones?”.

Lo planteado por González Prada es pertinente en un momento en que una agenda liberal, tanto de derecha como de izquierda, reaparece en la discusión política peruana. La confusión que todavía existe entre el liberalismo decimonónico, que acuña conceptos tan relevantes como ciudadanía, soberanía popular, mérito, igualdad ante la ley o incorporación del indígena a la República, y el neoliberalismo contemporáneo, regido por las leyes del mercado, no ha permitido explorar el legado político, social y cultural que el autor de "Horas de lucha” despreció. Igualmente desconoció la herencia republicana, íntimamente asociada al liberalismo, representada por Faustino Sánchez Carrión.

Miembro de la primera generación de liberales peruanos, Sánchez Carrión sentó las bases políticas del Estado Peruano, de la administración pública, de la institucionalidad y de lo que denominó la "dignidad republicanaâ. Huamachucano, quechuahablante y defensor de los derechos de "los indios de las provinciasâ y de "los pueblos del Perúâ, Sánchez Carrión nos legó el lenguaje y las prácticas republicanas que poseemos, pero también esa compleja...

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