El transgénico del apocalipsis.

AutorMontoya, Karina
CargoTIERRA ADENTRO

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

En abril, mientras algunos peruanos salían alegres o decepcionados por los resultados de las elecciones, nuestro Congreso de entonces venía preparando un menú especial que llamaría la atención de la prensa, los técnicos y algunas celebridades del arte culinario peruano. Los transgénicos, los organismos vivos modificados (OVM) y la biodiversidad resultaron ser una combinación interesante de temas, especialmente por lo poco o mucho que varios han afirmado saber sobre ellos.

A pesar del menoscabo que deja el borrón y cuenta nueva a la legislación peruana, con la llegada de un nuevo gobierno viene también la oportunidad de revisar los aciertos y contradicciones alrededor de un debate con mucha forma pero escaso contenido. La moratoria al ingreso de OVM al Perú por diez años propuesta por el Congreso fue observada el 6 de julio por el Ejecutivo, desatando la ira de los férreos defensores de la biodiversidad y la agricultura tradicional a pequeña escala. No hay nada de malo en defender tan nobles causas, pero no pocas veces los argumentos detrás de esa defensa apelan a percepciones de sentido común en lugar de afirmaciones comprobables.

Comencemos por algunas definiciones. La legislación peruana ha adoptado el término "organismo vivo modificado" para referirse a "cualquier organismo vivo que posea una combinación nueva de material genético" producto de la biotecnología moderna. Un transgénico estará en el grupo de los OVM mientras contenga información genética de otro organismo con el cual nunca hubiera podido combinarse sin la ciencia. Imaginemos un tomate cuyo gen de la senescencia (envejecimiento) ha sido eliminado para tener un tiempo de vida más largo. ¿Estamos comiendo un transgénico? En lo absoluto. Dejemos en claro que los transgénicos resultan de agregar información genética de otro organismo distinto a una estructura molecular madre que busca mejorarla.

ORGÁNICO VERSUS OVM

El sentido común nos dice que lo natural siempre es mejor que lo artificial, o al menos eso es lo que Gastón Acurio y algunos de sus simpatizantes afirman. Si observamos con cuidado, la naturaleza no es enteramente compatible con el hombre de buenas a primeras. La pimienta negra contiene safrol, que ha dado indicios de ser cancerígeno en estudios realizados con betel, que también contiene este elemento. Los hongos comestibles poseen hidracinas, que se usan como combustible y terminan actuando como contaminantes atmosféricos. Ni lo natural o artificial es bueno o malo per se, e incluso la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR