Trabajo tendrá la ministra

Por Jaime De Althaus

La nueva ministra de Trabajo, Teresa Laos Cáceres, va a tener que rectificar el rumbo de su ministerio, si quiere que su sector colabore con el crecimiento de la economía y con la inclusión de los informales. Porque hasta ahora el Gobierno se ha esmerado con mucha eficiencia en hacer lo contrario. Ha acentuado la protección a los trabajadores ya protegidos, en perjuicio de los desamparados. Ha introducido mecanismos (arbitraje potestativo) y obligaciones absurdas (seguridad y salud, empleos permanentes) que restan competitividad y capacidad de inclusión a las empresas. Y como es difícil cumplir con una normatividad agravada que ya desde antes era onerosa y rígida, ha caído en círculo perverso de fiscalizar cada vez con mayor ahínco el cumplimiento de ese ordenamiento excluyente. Pero, entonces, a mayor éxito del ministerio en su cometido, menor éxito de las empresas o mayor exclusión de las empresas pequeñas o medianas que no puedan darse el lujo de cumplir con toda la normatividad.

El editorial de este Diario ha comentado, por ejemplo, la decisión del ministerio de fiscalizar que los contratos a plazo fijo correspondan realmente a tareas temporales y no a puestos permanentes. Pero, ¿qué puesto es permanente en el mundo ferozmente competitivo e incesantemente innovador de hoy? Lo único permanente ?diría Heráclito? es el cambio, y si el Perú ha optado por ese camino ?acaba firmar un TLC con Europa y se abre cada vez al mundo?, no puede obligar a sus empresas a atarse de manos con compromisos que luego las inmovilicen.

Lo que ocurre es que el ministerio está tomado por un grupo de presión, el de la CGTP, que todavía no entiende que su mejor interés no es acentuar privilegios ilusorios de una minoría ya protegida, en desmedro de...

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