Toquese un valsecito.

CargoPODER Y SOCIEDAD

PPK, designado Primer Ministro por Alejandro Toledo, se ha convertido en la estrella del régimen. Desde un inicio fue la pareja del presiden te. Era la cara confiable de un gobierno que mostraba, o ínflaba la prensa, atraído por la buena vida, la bebida cara, las mujeres de la noche. PPK era el gringo flemático. El imperturbable. El hombre quieto. Y era, sobre todo, la seguridad que el régimen le otorgaba a los empresarios.

PPK se ha convertido en un modo de hacer política: solapeada, técnica, aséptica, sin olas ni sustos o sobresaltos. Se acerca al APRA, podría bromear casi con cualquiera, tomar su distancia de los intereses más mezquinos de los empresarios, darse un baño de pueblo sí fuera necesario, solamente si fuera necesario, porque la principal virtud de PPK es ser gringo. Toledo ha preferido terminar su mandato con PPK antes que con Pease; optó por el gringo con pasaporte. PPK ha sido el men del PP. Es la estabilidad del gobierno y quizá le haya gustado la idea y se lance a la presidencia en el 2006 como PP, como APRA o como UN. Que es una carta para cualquiera de los tres, es una verdad. La gente se vacila con Waisman, pero confía en PPK. La gente oye seducida a Alan Perú, pero optaría por el...

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