Un típico político peruano

Por Analista político

Julio Guzmán es el característico político peruano del siglo XXI. Sin ninguna idea novedosa o distintiva que alguien pueda recordar, sin una trayectoria en la vida pública o privada que acredite sus condiciones de líder o conductor, se convirtió repentinamente en uno de los aspirantes con más posibilidades de ganar una elección presidencial y gobernar el Perú quién sabe con qué consecuencias.En el 2016, cuando apenas había aparecido en la arena política, estuvo a un paso de triunfar. Estaba subiendo vertiginosamente en febrero, poco antes de que el Jurado Nacional de Elecciones, en una muy discutida decisión, lo sacara de la carrera por lo que muchos consideraron un formalismo menor. En ese momento, ya había trepado al segundo lugar (tenía 18%, mientras que Keiko Fujimori estaba en 30%, según Ipsos) y, de haber seguido en la contienda, muy probablemente hubiera entrado a la segunda vuelta y luego, con los votos del antifujimorismo, derrotado a la candidata naranja.Últimamente estaba en una posición expectante en vista a las presidenciales del 2021.Los incidentes de la semana pasada mostraron su verdadero temple. Cuando se conoció que uno de los más importantes dirigentes de su partido y estrecho colaborador suyo había propinado una paliza a su esposa y que con inigualable cinismo lo negaba ?dijo que se había caído, que tenía la piel débil, que era un episodio superado? fue incapaz de dar la cara inmediatamente y expresar de manera firme un punto de vista y una decisión. En cambio, envió a otros a dar explicaciones y él no apareció hasta varios días después, en una entrevista en la que proyectó una imagen deplorable.Pero el incidente del incendio en un departamento de Miraflores ha sido el más revelador del carácter de Guzmán y no por su presunta infidelidad, que es un asunto privado, sino por su comportamiento. Él fue en parte responsable del siniestro que se produjo por algunas de las muchas velas prendidas en el lugar. Es decir, fue una negligencia de los dos ocupantes de la vivienda, no producto de un suceso fortuito, una mala conexión eléctrica preexistente o cualquier otra causa ajena a ellos. En lugar de ayudar a su amiga a apagar el fuego y quedarse hasta que el peligro hubiera pasado, o de alertar a los vecinos del edificio del riesgo que corrían, fugó a la carrera, alevemente y desapareció de la escena. Las explicaciones que ha dado después para...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR