Third Party Funding ¿Alternativa para quienes deben litigar contra una parte renuente?

AutorDomingo Silva Calcino
CargoAbogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú con estudios de Maestría en Derecho Internacional Económico

Introducción

Como ya lo comentara en una nota anterior, con el arbitraje se establece un mecanismo heterocompositivo por el cual las partes (en donde uno de ellos puede ser, inclusive, una Entidad del Estado) recurren a un abogado con experiencia en la materia que rige las relaciones entre ambas. Asimismo, en dicho artículo, señalamos que en el curso de tales procesos, la demandada adopta conductas y prácticas que no se ajustan al deber de buena fe que debe existir entre las partes, no cumpliendo por ejemplo, con el deber de colaborar en el proceso, siendo una de las manifestaciones el colaborar cumpliendo con las órdenes emitidas por el Tribunal, pero también incumple con pagar los derechos adicionales liquidados para actuar en el proceso nuevas pruebas, sabiendo que su contraparte no cuenta ya con los recursos para cancelar el porcentaje de gastos y honorarios a su cargo, por diversas razones (sobre todo por la crisis económica producto de una pandemia), comprometiendo seriamente la posibilidad de actuar todas las pruebas ofrecidas por la demandante, así como las ofrecidas por su contraparte en una reconvención, dado que – lo más probable – es que el Tribunal Arbitral subrogue a la Demandante para que cubra los derechos totales al efecto, lo cual termina sucediendo y la Demandante no cuenta ya con los recursos para pagar no solo su parte de los derechos sino con los de la otra parte (renuente) con lo que las nuevas pretensiones no podrían ser incluidas para resolver el caso y se desestiman finalmente por falta de pago.

Al final, sin la posibilidad de actuar éstas pruebas, la Demandante no logra revertir los argumentos presentados por la contraparte y pierde la mayor parte de sus pretensiones en el caso, lo que nos revela que en el arbitraje no solo hay que tener la razón, sino contar con los recursos suficientes para que el proceso se desarrolle a plenitud y, así, la parte Demandante pueda ver satisfecha su pretensión de justicia, y ello – en la realidad – nos lleva a la siguiente pregunta, ¿el arbitraje es solo para quienes tienen recursos?

Third Party Funding y las particularidades de su intervención en los procesos arbitrales

La regulación del financiamiento de causas arbitrales por parte de terceros, aunque suena novedoso, no lo es tanto en realidad, dado que las primeras manifestaciones se remontan al champerty y maintenance anglosajones, en el que – en términos generales – establecía prohibiciones para recurrir a terceros ajenos al proceso para financiar el mismo, dado que se tenía la idea que este financiamiento generaba conflictos de intereses entre el tercero financiador y la parte, así como entre aquel y el árbitro designado, además de estimular la práctica de la usura (cobro de porcentajes considerados desmedidos respecto de lo que...

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