El territorio liberado de los narcos peruanos en Buenos Aires

Por Cristina fernández

Presidenta de Argentina nahuel gallotta

Desde Buenos AiresHay que entrar por los pasillos y dejarse requisar por el primer peruano. No se palpa tanto para descubrir armas, sino cámaras ocultas, pues la televisión ya ha filmado la estructura más de una vez. Después, más adelante, habrá distintos grupitos atentos a la presencia de sospechosos. Si algo les resulta extraño, deberán tocar un timbre que sonará en la casa donde se guarda toda la droga. Hay un sistema de ?timbreo? exclusivo para eso. En las calles del barrio se ven barricadas para complicar el paso a los patrulleros. Si el cliente pasa por esos dos retenes, ahí sí escuchará la pregunta típica del lugar, lo que lo caracteriza: ?Habla, ?causa?: ¿alto o bajo??. Alto es cocaína, y bajo, pasta base, la versión local del crack. La venta al menudeo se da en 15 pasillos del barrio. Y los clientes deben hacer fila para esperar su turno. Llegan desde barrios de todo tipo de clases sociales. Se dice que la cocaína que venden los peruanos es la de máxima pureza de la ciudad. La Villa 1-11-14 de Bajo Flores, ubicada en el centro de la ciudad de Buenos Aires y a pocos metros del estadio de San Lorenzo de Almagro, lleva más de veinte años tomada por narcotraficantes peruanos. ?Nunca se dio una cosa así en el país. Lo que ocurre es que está tan bien armado, tan aceitada la estructura y el funcionamiento, que pasa inadvertido. Los tipos lograron no matarse y redujeron los conflictos vecinales?, le dicen a El Comercio en la oficina de un juzgado que los investiga. Hoy todo está más tranquilo, pero el pico de la violencia ocurrió el 29 de octubre del 2005. Ese día, durante la procesión del Señor de los Milagros, en la que participaban unos 500 fieles, unos sicarios irrumpieron en el lugar. Producto del tiroteo, cinco personas murieron, entre ellas un bebe de 8 meses, y otras ocho resultaron heridas. La investigación judicial determinó que las balas estaban dirigidas al cabecilla narco del Bajo Flores, el peruano Marco Estrada González, quien formaba parte de la procesión y había sido socio de quien aquel día intentó matarlo: Alionzo Rutillo Ramos Mariños, ?Ruti?, también de nacionalidad peruana. Desde ese día, la banda de ?Ruti? se organizó en la Villa 31 de Retiro, y sus miembros detenidos están en la cárcel federal de Marcos Paz. La de Marco se quedó en la 1-11-14, y cuando son detenidos, son trasladados a las prisiones de Devoto y Ezeiza, para no cruzarse con sus rivales. No...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR