Para tener cuidado con lo que vemos

Por enrique planas

Sobrecoge pensar que, tras el incendio del pasado 2 de setiembre, la única pieza que resultó intacta en la colección del Museo Nacional de Río de Janeiro haya sido un meteorito. Miles de años de creaciones humanas se volatilizan mientras que una roca espacial resiste al tiempo y al fuego.Entonces Maya García Miró estaba ?fabricando? piedras. Pequeñas rocas a partir de otros materiales, como parte de una exposición en lo que nada es lo que parece. La mayor de estas resultaba demasiado oscura para ser simple canto rodado, pero algo le decía que así tenía que ser. Era una piedra distinta. Luego se conmovió con el siniestro y con la noticia del meteorito indemne. Y encontró el sentido para su propia piedra oscura. Era su propio meteorito, la réplica de aquello que, tercamente, prevalece de entre las cenizas.?Doble andante?, muestra que la artista visual inaugura en el Icpna de Miraflores, nos desafía a cuestionar lo que vemos: un meteorito de cartón piedra, extraños paisajes calados en vinil, animales fantásticos, bloques de madera disfrazados de sí mismos, lápices de color hechos de cemento. ?La idea de la muestra gira en torno a la percepción que tenemos de las cosas. El concepto es más evidente en algunas piezas, y en otras, la duda solo es el inicio de la propuesta. Mi interés está en resignificar los objetos, investigar en lo que es real y lo que solo lo parece. Pero, en todo caso, siempre estamos hablando de objetos concretos, sean reales o no?, explica.Pero las obras de García Miró no son solo simulacros de realidad. Lo que la artista propone va más allá: dudar de la naturaleza de las cosas, desconfiar de las primeras impresiones, llevar la contraria a la realidad. En algunas ocasiones, es necesario detenernos a negar lo evidente.Ya desde los tiempos de los surrealistas, el arte nos ha advertido que no se debe confundir la imagen de un objeto con el objeto tangible y real. Retomando estos postulados, la artista pone en crisis los conceptos de definición y representación. Así, al advertirnos que las cosas no son lo que parecen, García Miró desafía el orden establecido y ataca nuestra manera habitual de ser y pensar. ?Es como jugar con el espectador a cuestionar nuestra forma de percibir el mundo, definir qué cosa es lo real, advertir la tenue línea divisoria entre lo real y lo que no lo es?, explica.?Las...

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