¿Qué TC queremos?

Por EduardoDargent

El Congreso amenaza con elegir seis magistrados del Tribunal Constitucional antes de irse. Para ello, quieren continuar con un proceso iniciado hace meses que no ha logrado atraer candidaturas de peso y, más bien, anuncia nombres bastante cuestionados. Considero que llevar adelante la elección sería un gravísimo error y nos dejaría un legado complicado. El tribunal será clave en el próximo quinquenio en temas económicos y, especialmente, de control político.Hemos aprendido en estos meses que el tribunal defiende a la caja fiscal de los peores impulsos derrochadores del Congreso. Con un Ejecutivo debilitado, sin bancadas que moderen el uso de recursos, solo el tribunal limita estos exabruptos. Los actuales magistrados, usualmente divididos en otros asuntos, han votado en estos temas en bloque, pues su inconstitucionalidad es evidente. Nada hace pensar que esos esfuerzos de gasto amainarán en los próximos cinco años. Más bien, pueden arreciar.Además, el quinquenio nos deja terribles legados sobre el uso de una serie de instituciones de control político que regulan las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo. En vez de precisar lo que eran reglas muy abiertas para garantizar una convivencia más razonable, los políticos las han interpretado de acuerdo a su interés calato. Vacar a un presidente es ahora casi como censurar a un ministro, solo se necesitan más votos. La cuestión de confianza es un arma antes que un mecanismo de defensa frente a un Congreso abusivo. Las sentencias del tribunal distan de poner límites claros a todas estas figuras y, si bien se señalan algunos, nada asegura que se respeten sus lineamientos. Serán necesarios nuevos fallos.Resolver sobre estos artículos constitucionales demanda un tribunal capaz de realizar una interpretación basada en principios constitucionales, que haga estos mecanismos razonables y coherentes entre sí. En manos del Congreso y el Ejecutivo son armas arrojadizas, flexibles para lograr lo que desea el intérprete.Hoy, que hay una fuerte polarización política y estamos frente a actores con cuestionamientos democráticos, la urgencia de un árbitro legítimo, técnico y autónomo es todavía mayor. La ?interpretación? de Vladimir Cerrón sobre cómo reformar la Constitución o las ideas del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR