talento y sucesión en el estado

Por fernandoguineasocio amrop perúEstamos cerca del 2016, un año de elecciones generales y que trae consigo un cambio en las autoridades de los poderes Ejecutivo y Legislativo. El 2015, como cualquier año preelectoral, muestra ya a algunos candidatos y sus propuestas. Desde esta tribuna proponemos una idea para que los candidatos ganen más adeptos: mantengamos el talento en la administración pública.No es difícil recordar algunos nombres de ministros de este y de otros períodos presidenciales que son ejemplo de funcionarios públicos que deberían seguir liderando sus carteras más allá del cambio de gobierno, contando con los cuadros necesarios de gestores en sus organizaciones. Los costos de un cambio, en este sentido, pueden ser elevados y el país no debería estar dispuesto a asumirlos. El tipo de liderazgo que ejercen estos funcionarios es un ?bien escaso? en la administración pública.No hay duda de que una gestión ministerial de dos períodos de gobierno, 10 años, es prolongada y que la familia y el físico pueden ser los grandes sacrificados; pero también es cierto que estos líderes están obligados a emprender la tarea de formar a sus sucesores, para que su gestión continúe más allá de su impronta. Su liderazgo político debe también convertirse en un liderazgo hacia una gestión más profesional. El éxito del modelo económico le debe mucho a un liderazgo y una convicción que se han mantenido en el tiempo. Tiene casi 25 años de vigencia y la perseverancia mostró resultados: el Perú avanzó.Lo mismo ocurre con la administración y los directorios de las empresas e instituciones públicas. No deberíamos perder continuidad. El talento debería quedarse. O en todo caso, la sucesión...

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