Un discurso superficial y empalagoso pero a la larga devastador

Por Christopher Caldwell (*)

El jueves por la noche, en Tampa, el republicano Mitt Romney expuso las razones que, en su opinión, justificaban que remplazara a Barack Obama como presidente de los Estados Unidos. Es el mismo argumento que ofreció Curly al capitán de un pelotón francés de fusilamiento en un episodio de ?Los tres chiflados? que se estrenó en la década de 1930, cuando suplicaba clemencia en base a que ?tanto tu madre como mi madre fueron madres?. La ?heroica? esposa de Romney, la costumbre que tenía su padre de darle una rosa todos los días a su madre, su creencia de que ?si cada niño pudiese quedarse dormido sintiéndose envuelto en el amor de su familia y en el amor de Dios harían de este mundo un lugar mucho mejor y más dulce?... Cualquier discurso construido alrededor de tales imágenes puede considerarse superficial y meloso. A pesar de todo, puede terminar siendo devastadoramente efectivo.

Esto es culpa de Obama. Ha sido demasiado astuto para su propio bien. Su campaña ha venido gastando decenas de millones de dólares cada mes para revelar los millones que obtuvo el señor Romney como inversionista de capitales de riesgo, y para ?definirlo? como un tiburón corporativo y un plutócrata sin sentimientos. Todas las estrellas en la economía mundial, tanto en los negocios como en el gobierno, tienen sus fallas, sea este Larry Ellison, George Soros, Carlos Slim, Mario Draghi o, incluso, Mitt Romney. Pero ni siquiera sus peores enemigos refutan su habilidad para liderar una gran y compleja organización.

Allá por el año 2008, los votantes tenían dudas sobre la capacidad de John McCain y Sarah Palin para controlar el funcionamiento de la economía global. Por ello, cuando llegó la crisis financiera, esta arrasó con casi todo el voto dirimente de los ciudadanos de Estados Unidos a favor del señor Obama. Esta vez no tendrá tanta suerte en las elecciones.

Los discursos republicanos tuvieron escasos argumentos. El ataque publicitario enfocado en Bain (la consultora que fundó Romney) hizo que fuera más importante mostrar la buena voluntad del partido que explicar sus políticas. En este contexto, el argumento de la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice a favor de un mayor protagonismo de EE.UU. en el mundo se parecía mucho al de la era victoriana en su apogeo. Ni qué decir de su lenguaje. ?En efecto, en efecto, esa es la pregunta del momento: ¿Cuál es la posición que debe tomar EE.UU.??. El candidato a la vicepresidencia Paul Ryan tuvo...

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