Para superar la desconfianza

Por Beatriz Boza (*)

Una de las fortalezas de los TLC suscritos por el país ha sido la participación activa del sector privado en su negociación. Representantes gremiales, académicos y expertos, trabajando con nuestras autoridades, lograron acceso a más mercados para nuestros productos. Esa dinámica de sumar esfuerzos no solo se está dando en comercio exterior. En temas sociales, el sector empresarial está colaborando con el Ministerio de Inclusión Social para desarrollar sistemas de medición y seguimiento eficaces. En el deporte, a través de ADO Perú, la empresa privada suma con el Estado para promover talentos en alta competencia.

Ejemplos de colaboración continua, productiva y eficaz entre los sectores público y privado peruanos hay, y muchos. Ello demuestra que sí es posible confiar. ¿Por qué existe entonces una sensación generalizada de desconfianza? ¿Qué lecciones podemos extraer de estos casos de colaboración efectiva? ¿Cómo superar la desconfianza?

Los tres ejemplos descritos tienen en común un tema central: claridad acerca de la tarea a encarar (v.gr. negociar facilidades de comercio, potenciar la política social, promover deportistas). Y es que es más fácil sumar cuando sabemos qué se espera de cada uno. Ello presupone un consenso previo acerca del problema a encarar y cómo proceder. Muy distinta es la situación cuando no se comparte un diagnóstico del problema o incluso se discrepa acerca de la existencia del mismo. Si la sobrefiscalización del sector formal no es percibida como un problema por las autoridades o facilitar la ‘permisiología’ para la inversión no es una prioridad gubernamental, es difícil imaginarse el poder sumar.

De la misma manera, cuando las partes no comparten información plena o tienen valores y culturas diferentes es muy difícil colaborar. Sin embargo, la desconfianza se puede revertir. El proceso de acercar posiciones y lograr un entendimiento compartido del problema es uno largo, tedioso y de resultado incierto, porque a diferencia de la tarea claramente acotada, supone invertir en generar confianza. Y para ello, el diálogo sincero, alturado, continuo y mesurado es la mejor manera para aprender a transitar un camino compartido.

El desafío actual ya no se agota en implementar...

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