La suciedad del aire realmente nos hace daño

Por noah smithCorresponsal en Nueva York

El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.por estos días, en medio de todo el alboroto sobre el cambio climático, los estadounidenses no piensan mucho sobre la usual contaminación del aire. El humo de carbón, que alguna vez ahogó ciudades como Pittsburgh, ahora solo existe en fotografías antiguas, e incluso la famosa ciudad nebulosa de Los Ángeles tiene mucho menos smog. Una larga serie de leyes aprobadas durante los últimos 70 años ha fortalecido la regulación gubernamental frente a la calidad del aire. Como resultado, ha disminuido significativamente la mayoría de los tipos de contaminación, especialmente las partículas gruesas, el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno. Además, la salud de los estadounidenses ha mejorado de varias maneras.Pero al menos un tipo de contaminación peligrosa sigue siendo bastante común: las partículas finas conocidas como PM2.5. Estas partículas, que tienen menos del 4% del ancho de un cabello humano, pueden incluir una gran variedad de productos químicos orgánicos, trozos de metal, productos sobrantes de la combustión, etcétera. Las concentraciones de estas partículas, que provienen de vehículos, plantas de energía, incendios y varios eventos naturales, han disminuido solo en 25% desde que se endurecieron las regulaciones en 1990.Entre tanto, una avalancha de nuevas investigaciones nos muestra que este tipo de contaminación causa mucho daño a la salud humana, y especialmente a la función cerebral.Patrick Collison, director ejecutivo del proveedor de pagos en línea Stripe Inc., recientemente publicó un resumen de algunos ?sorprendentes? resultados. Los efectos a corto plazo de la contaminación son fáciles de medir, porque la calidad del aire varía de un día a otro. Los jugadores de ajedrez, por ejemplo, toman peores decisiones en días contaminados. Los rendimientos del mercado de valores son más bajos cuando la calidad del aire es peor en la ciudad de Nueva York. El lenguaje de los políticos es menos complejo cuando la contaminación es mayor.A largo plazo, la exposición crónica a la contaminación se correlaciona con el deterioro cognitivo acelerado en la vejez, incluido un mayor riesgo de demencia, Alzheimer, enfermedad de Parkinson y accidente cerebrovascular.Los niños pueden sufrir más por los efectos nefastos del aire tóxico, porque el daño puede ser permanente. En China, estudios han...

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