Las sospechas de corrupción apuntan también a Río 2016

Por liliana michelenaSiete años después de ser elegido sede de los Juegos Olímpicos del 2016, Río de Janeiro concluye los preparativos en un contexto de volatilidad política y económica, y con la posibilidad de que la inauguración ?para el 5 de agosto? los reciba sin un claro líder, o con uno interino.Hasta ahora las investigaciones sobre corrupción en Brasil se han enfocado en los sobornos generalizados, pero no han comprendido los contratos de Río 2016, pese a que ambos acontecimientos están conectados con el mismo oligopolio de la construcción. ¿La diferencia? El Caso Lava Jato ocurrió, sobre todo, en las filas del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y Luiz Inácio da Silva, mientras que los Juegos han sido organizados por el centrista y ahora opositor Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que incluye entre sus miembros al alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, y al gobernador Luiz Fernando Pezao. ?La revancha?No hace mucho, Lula coronó el ?milagro brasileño? con la obtención de la sede del Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos. En sus palabras, el país había ganado ?su ciudadanía internacional?. Pero la economía empezó a irse en picada, y los esfuerzos conciliadores de Rousseff cayeron en saco roto. Con Lava Jato, la alianza del PT con los gigantes de la construcción y...

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