Sorpresas en la historia electoral de EE.UU.

Por Jorge Moreno Matos

El presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney han llegado a la recta final de una campaña que todavía hoy puede dar sorpresas. Empatados como están en las encuestas, podría repetirse una paradoja que ya ha ocurrido antes en la historia electoral estadounidense: cuando el que pierde en la votación popular gana la presidencia.

Los estadounidenses no eligen directamente al presidente y vicepresidente. Esto ha dado a resultados tan inesperados como injustos. Es decir, que una victoria sea, finalmente, una derrota.

El más reciente y recordado es el de la elección del 2000, cuando George W. Bush (republicano) le arrebató la presidencia a Al Gore (demócrata), quien con medio millón de votos más que el primero, perdió por no ganar en Florida, que tiene 29 decisivos votos electorales.

Esta no ha sido la primera y tal vez no sea la última ocasión. Ha pasado en otras tres oportunidades. La primera vez ocurrió con John Quincy Adams, en 1824, que ganó la presidencia con solo 84 votos de los 261 que...

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