Somalia, la hambruna y los biocombustibles

Por Virginia Rosas Ribeyro. Analista Internacional

Justo cuando las bolsas mundiales se desploman, porque Estados Unidos baja por primera vez en la historia la calificación de su deuda, Europa se debate para elaborar un plan que salve a Italia y España de una debacle ?similar a la de Grecia? y China reacciona de manera destemplada por la ?irresponsabilidad? de Washington en el manejo de su economía, Somalia y otros países del llamado Cuerno de África enfrentan, en medio de la más absoluta indiferencia, una hambruna que puede costarle la vida a más de 10 millones de personas.

Mal momento para ocuparse del continente africano, aunque la cantidad de dinero necesario para paliar la crisis (2.400 millones de dólares) sea ínfima si la comparamos, por ejemplo, con el ?exangüe? presupuesto de EE.UU. para el 2012 (600 mil millones de dólares) o el plan de ayuda financiera a Grecia, que sobrepasa los 400.000 millones de dólares.

En Somalia, más de 2.000 personas mueren diariamente debido no solo a la sequía sino a la ausencia de Estado, desde que en el 2006 se perpetró una invasión ?avalada por Washington para evitar el extremismo islámico? que dio como resultado que grupos extremistas más radicales aun y ligados a Al Qaeda, como Al Shabab, controlen regiones enteras negando la existencia de una crisis alimentaria e impidan la distribución de alimentos so pretexto de ?complot occidental?.

Más de 500 mil refugiados somalíes viven hacinados en míseros campamentos para refugiados en la vecina Kenia y miles de hambrientos logran pasar la frontera cada día. El Cuerno de África afronta la sequía más grave desde hace 50 años, y aunque esta es la crónica de una catástrofe anunciada desde el año pasado, ni Kenia ni Etiopía reaccionaron a tiempo. Pero la...

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