¿Tiene sitio la ética en el Perú?

Por JuanParedesCastroLea mañana en Política a Diana Seminario El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta. Algo profundamente grave traspasa el corazón de la sociedad peruana. El mal no solo se ensaña cada vez más con el bien y lo sobrepasa abiertamente allí donde esté y donde vaya.El baile de máscaras termina transformando alegremente al mal en víctima y al bien en victimario.Periodistas y medios, envanecidos por no perder el registro de la historia, caemos en la emboscada cotidiana.La libertad, la democracia, la ley y la moral abren una ventana demasiado frágil a las contadas excepciones.La violencia contra la mujer, las violaciones a niños y niñas, la explotación laboral infantil, la criminalidad en el Estado, las aventuras políticas convertidas en opciones de poder, las muertes en las salas de espera de los hospitales, el despilfarro de fondos sociales, la destrucción de la naturaleza, la pobreza hecha estadística inútil, los mastodontes burocráticos disfrazados de servicios públicos, los odios y recelos inyectados a la vena.¿Cómo es que este cuadro colgado sobre las cabezas de los caudillos que hemos elegido para gobernar, legislar y administrar justicia no produce un golpe fuerte de reacción desde sus consciencias?¿Hay otros males e intereses que puedan pesar mucho más?No es que vivamos una crisis cualquiera de valores, que la puede tener cualquier otra sociedad más o menos desarrollada que la nuestra.Venimos perdiendo toda dimensión moral, al punto de tener que preguntarnos si la ética, como unidad de medida del comportamiento humano, todavía tiene sitio en el Perú.Los periodistas nos definimos en negativo, como solía decir Joaquín Estefanía de ?El País? de España...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR