Señora Aráoz, ¡se acabó el recreo!

Por Analista políticoLea mañana en Política a Diana Seminario El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta. C on un Kuczynski en franco desgaste, Mercedes Aráoz tiene que tomar la iniciativa de ser lo que hasta ahora no ha podido ser: una primera ministra en la cancha política y no solo en las cuatro paredes de su oficina.Ahora recuerdo que Kuczynski usaba en campaña electoral, cada vez que perdía puntos, una frase simplona: ?¡Se acabó el recreo!?. Nunca supimos en qué momento se acababa el recreo para él, hasta el día en que estuvo al borde de la vacancia. Fue entonces que en verdad se acabó el recreo para su gobierno, para el antifujimorismo y para el fujimorismo. Resolvió salvar su presidencia e indultar a Alberto Fujimori.Kuczynski acabó también, en el fondo, con el recreo del crecimiento económico. Ahora conocemos más ciertamente que la convivencia de ese crecimiento con crisis política ya no es posible. Más temprano que tarde explotarán ambas cosas y el fantasma del chavismo venezolano podría instalarse entre nosotros con una Verónika Mendoza, un Gregorio Santos o un Antauro Humala. Aráoz, que sabe un poquito más que nadie de las debilidades de Kuczynski, tiene la oportunidad de acabar con el recreo presidencial, dejándolo en el nivel mínimo de acción y máximo de inacción en el que está, para que a partir de allí ella pueda llenar, desde la Presidencia del Consejo de Ministros, el vacío de poder y de confianza que siente el país como signo alarmante de ingobernabilidad y parálisis.Lo peligroso sería tener a los dos más altos puestos del Estado prácticamente en nada. Con la sensación de culpa de no...

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