¡Salvemos a los delfines ahora!

¡Salvemos a los delfines ahora!

POR: FACUNDO MOYANO

No sólo las ballenas corren peligro y necesitan ser salvadas, también lo requieren sus familiares directos; los delfines. Sí, aquellos maravillosos animales que disfrutan de la compañía humana desde tiempos inmemorables, navegando a la par de embarcaciones o acercándose a los bañistas, esos animales que se cree capaces de ayudar a niños autistas y con otras discapacidades (delfinoterapia), estos animales cuyo principal exponente, Flipper, un delfín mular o nariz de botella (Tursiops truncatus) alegró a tantos con sus televisadas aventuras submarinas.

¿Quién es capaz de hacerle daño a estas adorables criaturas? Todos nosotros. ¿De qué forma? Entre las actividades humanas que han venido perjudicando a los delfines y por consiguiente, reduciendo sus poblaciones mundiales, podemos señalar la polución de mares y ríos, la sobrepesca que diezma sus fuentes de alimento y tiende mortíferas redes a su alrededor, el cambio climático, y los acuarios (no sólo mueren muchos animales en cautiverio, sino también durante las operaciones de captura, transporte y adaptación).

Dado que la contaminación (derrames de petróleo, vertido de aguas cloacales y sustancias peligrosas, etc.), el cambio climático y aún la industria pesquera son monstruos muy grandes, donde es más difícil intervenir, las opciones que quedan para ayudar a los delfines son; no comer su carne ni ningún producto derivado de ellos, evitar comer alimentos donde estén involucrados, como por ejemplo el atún y la centolla, y por último, no visitar acuarios ni ningún establecimiento donde se presente shows de delfines.

Alimentarse de pescado

Mucha gente se alimenta de pescado, es curioso observar cómo incluso algunos vegetarianos; que han dejado de lado las carnes de vacas, pollos y cerdos, mantienen una dieta a base de peces, los denominados pisci-vegetarianos, aduciendo a los beneficios nutricionales de este alimento como ácidos grasos Omega-3, mucho fósforo y pocas grasas; a pesar de que estas cualidades pueden encontrarse también en varios alimentos vegetales. Otros, tal vez sostengan que los peces no merecen la misma consideración moral de vivir libres de crueldad que sí se ganaron los "animales de granja". Puede que su pequeño tamaño induzca a pensar que no tienen inteligencia, o sensibilidad; autómatas que viven para vagabundear por las aguas. A propósito de este punto, cabe destacar que el famoso tiburón blanco, el...

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