Salvando la economía

AutorPaul Krugman

Aunque muchos políticos nunca lo admitirán, la economía estadounidense está mucho mejor de lo que la mayoría de analistas esperaba. Los empleos siguen aumentando y si bien la inflación continúa inaceptablemente alta, es probable que esté disminuyendo. Hay múltiples motivos, pero quizás ustedes no hayan oído acerca de este: un súbito y saludable rebote de la inmigración neta, que alcanzó más de un millón de personas el 2022, su mayor nivel desde el 2017. Es una exageración, pero con algo de verdad decir que los inmigrantes están salvando la economía del país.

A pesar de la fuerte subida de las tasas de interés, el mercado laboral permanece robusto se crearon 236,00 empleos en marzo. El empleo ha rebotado con asombrosa rapidez de la recesión inducida por el covid, y también ha superado las proyecciones prepandemia. La Oficina Congresal del Presupuesto predijo, justo antes de la llegada del covid, que la economía estadounidense generaría dos millones de empleos en tres años, pero en realidad ha generado más de tres millones. En el actual entorno confuso de la política económica, las buenas noticias suelen ser consideradas malas. La Reserva Federal (Fed) intenta desacelerar la economía, tal vez provocar una recesión, para ralentizar la inflación. Así que cifras de empleo sólidas debieran preocupar, pues serían un presagio de mayor inflación. Pero no parece que eso esté ocurriendo. El debate entre economistas que buscan augurios en las entrañas de la data de salarios y precios es tedioso. No obstante, lo que se ve es que la inflación está menguando a pesar de la elevada creación de empleos. ¿Cómo así?

Veamos qué pasó los últimos tres años. Ante una pandemia que cerró temporalmente gran parte de la economía, el Gobierno federal respondió con enormes programas de asistencia para trabajadores despedidos, empresas atribuladas, entre otras medidas. Estos programas aliviaron en gran magnitud lo que pudo haber sido una severa estrechez económica, pero también mantuvieron o potenciaron la capacidad del público para comprar bienes y servicios en momentos en que la capacidad de la economía para suministrarlos se había reducido por alteraciones de suministro causadas por la pandemia. El resultado fue una mayor inflación.

Muchas de esas alteraciones se han corregido y los paquetes de ayuda están llegando al final de su vigencia. Pero hasta hace muy poco, muchos argumentaban de que la pandemia había infligido un daño de largo plazo a la capacidad productiva...

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