Saavedra 2021

El fujimorismo parece seguir sin una estrategia de largo plazo. Quizás no creen en ellas. O quizás sí, pero fallan clamorosamente en su ejecución. Difícil saberlo. El hecho es que hoy sus acciones no parecen estar alineadas para mejorar sus posibilidades en el 2021: el anuncio, el mismo 28 de julio, que intentarán imponer su plan de gobierno aunque hayan perdido las elecciones; la búsqueda del quinto pie al gato a cualquier iniciativa del Ejecutivo; proyectos de ley como el de modificación del Impuesto Selectivo al Consumo a la cerveza, que dan la impresión de tener nombre propio y RUC; su intolerancia con la minoría LGTBI; sostener que la depresión es para perdedores. A ojos de la población no fujimorista (cuyo voto necesitan) esto los hace ver como malos perdedores, motivados por intereses oscuros, y defensores de posiciones que se parecen cada vez menos a las de una población joven y cada vez más urbana.Pero hoy el fujimorismo está a punto de cometer un error que, en mi opinión, puede ser garrafal para sus intereses de largo plazo: convertir a Jaime Saavedra en presidenciable. Como sabemos, Saavedra es un técnico que ha dado muestras de ser bueno en un tema que mueve a la gente de a pie. Habla bien, es inspirador y tiene las credenciales para entusiasmar a la juventud como lo hicieron PPK y Julio Guzmán en su momento. Le ha dado esperanzas a miles de padres de familia de que sus hijos recibirán una mejor educación, y es muy popular entre los empresarios. Lo único que necesita Saavedra para terminar de convertirse en presidenciable es una buena bronca con el fujimorismo. Aun mejor, una muy visible. Una a la que entre limpio de polvo y paja. Una en la que sea la víctima de un complot, movido por intereses oscuros, para impedir la...

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