Sí, complicado y difícil

Mientras se escribe este editorial se escuchan, a unas pocas cuadras del edificio del Diario, las pifias al Congreso coreadas por la manifestación que se organizó con motivo de los nombramientos realizados ayer por el Parlamento.Razones para estas pifias no faltaron. Para empezar, mientras que tres de los vocales nombrados para el Tribunal Constitucional (TC) ?los señores Eguiguren, Blume y Sardón? son reputados constitucionalistas con una importante trayectoria académica, los otros tres parecen deberle su nombramiento solo al hecho de ser muy útiles para los partidos que los propusieron. El señor Víctor Mayorga (popularmente conocido como el congresista ?planchacamisas?) es un miembro del ala radical del Partido Nacionalista que en el 2011 permitió el acceso al Congreso al brazo político del MRTA para que lanzara una perorata en nombre de Néstor Cerpa Cartolini. ¿Podremos esperar la misma amabilidad de parte del señor Mayorga con los enemigos de la paz cuando le toque decidir sobre ellos desde el TC? Al Congreso, por lo menos, no le preocupa este tema.Tampoco le preocupó al Parlamento designar como vocal al señor Rolando Sousa, un abogado que defendió el régimen fujimontesinista. Régimen que, entre otras cosas, atropelló sin asco al TC. ¿No debería ser requisito para ser vocal de esta importante institución haberle guardado respeto en el pasado? Por lo visto, no para el Congreso.Los cuestionamientos al señor Sousa, además, no terminan ahí. Su estudio de abogados es conocido por haber defendido a diversos condenados por delitos de corrupción, violaciones de los derechos humanos; a acusados de narcotráfico y lavado de activos. Un currículo difícilmente compatible con un puesto que encarna la defensa de la Constitución y las libertades.Asimismo, tenemos como nuevo vocal al ex congresista Cayo Galindo Sandoval, un señor que no tiene ninguna experiencia profesional en temas constitucionales que resaltar y que, lamentablemente, solo es conocido por dos hechos. Primero, porque en el 2009 fue suspendido 120 días del Congreso por realizar una protesta en sus instalaciones (lo que él cuestionó a través de una acción de amparo pendiente de verse, para su suerte, en el...

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