Los rostros de la honestidad

Por personas ejemplaresTodas las noches Lucila Villanueva Alvarado duerme con el celular pegado a la almohada para atender las emergencias de sus vecinos en la zona de Pachacútec, en Ventanilla. Ella es dirigente del barrio y promotora social de la municipalidad distrital. La madrugada del domingo 18 de marzo un fuerte incendio en el asentamiento humano Los Naranjos afectó seis viviendas. Lucila fue una de las primeras en llegar a la zona. Esperó que los bomberos apagaran las llamas y se sumó a las labores de limpieza y remoción de escombros. Mientras rastrillaba las cenizas en uno de los lotes afectados, encontró una bolsa pesada que le llamó la atención. La abrió y halló varios fajos de billetes de S/100. En total sumaban S/27 mil. Para alguien que hace malabares para estirar el sueldo y llegar a fin de mes ?a veces sube a los buses a vender caramelos?, ese hallazgo podría haber sido una tentación para solucionar sus problemas económicos. Pero su conciencia no tenía dudas: había que regresar el dinero a su dueño. En menos de media hora lo ubicó. El hombre le contó que eran los ahorros de toda una vida. ?La plata no te hace valioso, pero tus valores sí. Con mi acción, esa familia pudo tener los recursos para superar su tragedia?, afirma la dirigente. Veinticinco años atrás, cuando Lucila vivía en Uchiza (San Martín), encontró US$25 mil entre los muros caídos de una vivienda también quemada. ?Devolví el dinero porque mi padre me enseñó a ser honesta y eso también quiero que aprendan mis hijos?, dice la mujer. ?El alma antes que el cuerpo?Carlos Rodríguez Caballero podría haberse operado de los cálculos a la vesícula que hace años lo afectan con los S/16.000 que encontró en el asiento posterior de su taxi. También pudo saldar sus deudas con los bancos o comprarle a su hija menor una entrada para el show de la serie infantil Soy Luna. Rodríguez prefirió buscar a la legítima dueña. El 18 de abril del 2017 Carlos hizo una carrera a una mujer desde Miraflores hacia el terminal de buses de Cruz del Sur, en la avenida Javier Prado. Debido al apuro, la pasajera dejó un estuche repleto de billetes en el automóvil. Carlos no se dio cuenta. Hizo otras tres carreras y volvió a su casa. Al día siguiente, mientras alistaba su vehículo para una nueva jornada, encontró el bolso con dinero. Como única pista había un papel con un nombre escrito a mano: Lily Wong. Carlos buscó a la mujer por Facebook. Se trataba de una misionera estadounidense que estaba...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR