El antihéroe del silencio

Por Carlos Meléndez. PolitólogoUna campaña electoral da la oportunidad para que los electores conozcan a los políticos que apuestan por llegar a un cargo público. Los candidatos muestran propuestas y características personales en busca de confianza en sus potenciales votantes. ¿Pero qué sucede cuando el candidato favorito se esconde de las cámaras y huye de los pronunciamientos públicos? ¿Es posible ganar una elección agazapado en un prestigio desgastado y cada vez más lejano en el tiempo?Luis Castañeda es el gran favorito para la Alcaldía de Lima en los comicios de octubre venidero. Su capital político es absolutamente personalista, con reputación de ?hacedor de obras? magnificada tras la desastrosa gestión que lo sucedió. Cuenta con un vehículo electoral repleto de escuderos y cómplices. ¿Puede con tan poco triunfar en la capital del país? El sector informal de la sociedad limeña tiende a votar por Castañeda, especialmente las mujeres. Según procesamiento de encuestas aplicadas en el contexto electoral del 2011, las amas de casa y mujeres con trabajos informales de pocos y medianos ingresos (menos de 2 mil soles al mes) tendieron a votar por Castañeda para presidente. Sin embargo, este sector no es necesariamente leal en términos políticos. Cuando existen candidaturas más empáticas, el apoyo al ex alcalde se resiente. Así fue en el 2011 cuando, favorito en las encuestas al inicio de la campaña presidencial, cayó del 30 al 10% de las preferencias. Si entendemos las causas de esta caída podemos conocer mejor su (aparente) núcleo duro ?solidario?.El simpatizante fujimorista es adverso a votar por Castañeda cuando tiene un candidato propio en la marca naranja. Si la dupla Sánchez Aizcorbe-Miyashiro despega, puede hacer daño al caudal...

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