Reyes del Parque de los Príncipes

Por Pedro Canelo

Los dos reyes salieron a divertirse en el Parque de los Príncipes. Lionel Messi y Zlatan Ibrahimovic. Eran los protagonistas en esta fabulosa película de fútbol total. Ambos anotaron y ambos tuvieron 45 minutos de felicidad en este 2-2 entre el Barcelona y el Paris Saint Germain. Un empate que tuvo un ganador. Porque los azulgranas saldrán con enorme ventaja la próxima semana en el Camp Nou. Porque a pesar de que Messi y Mascherano acabaron golpeados y magullados, el Barza se subió al avión con la tranquilidad del visitante ilustre que logró la mejor de sus conquistas en la ciudad de los romances mayores.

En el álgebra del fútbol, en el desfile matemático de posibilidades sobre el campo, es correcto decir que los delanteros fallan goles. Que de una lista de cinco o cuatro opciones a veces entran al arco uno o dos balones. Todos estas leyes, que no son de física cuántica pero que son verificables en cada partido, se alteran con el nacimiento y ascensión de Messi. Este argentino ha reducido cualquier margen de error al nivel mínimo. Si recibe cómodo, si el pase gol lo agarra en el área, lo más probable es que sea gol. Y así fue ayer. El brasileño Alves se disfrazó de ‘10’ y la ‘Pulga’ a pesar de no conectar con precisión pudo cruzarle la pelota al golero Sirigu. Tantas veces, Lionel. Demasiada costumbre para un deporte impredecible.

A pesar del buen inicio del PSG, el Barza otra vez lucía cómodo en el campo. Los dirigidos por Ancelotti apostaron por una sucesión de faltas cerca del área del Barza. Moura e Ibrahimovic buscaron faltas y Beckham aparecía como el candidato natural para cada disparo de balón parado. Hubo dos o tres oportunidades. Ninguna entró.

Después, el club catalán recuperó la pelota y sus jugadores comenzaron a rotar de posiciones para sorprender a la buena defensa del cuadro parisino. Así llegó el gol de Alves (el brasileño se recostó más al medio del campo y encontró a Messi flotando por la banda izquierda). Messi anotó con lo que quedaba de él. Una lesión lo estaba castigando y no pudo salir en el segundo tiempo.

Cada rey tuvo su tiempo. Messi en el arranque y Zlatan en el final. El sueco no redondeó...

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