La revocación: arma de doble filo

Se cuenta que cuando Benjamin Franklin salió de la última reunión de la Convención Americana le preguntaron si la forma de gobierno que tendría el nuevo país sería o no la de una república. Franklin contestó: ?Si es que pueden mantenerla?. Advertía así el genio americano sobre cómo la responsabilidad es la otra cara de la libertad y cómo cuando la segunda se ejerce sin la primera, se autodestruye.

El avance del proceso por llamar a la revocación de la alcaldesa Villarán nos recuerda las palabras de Franklin. La revocación es una libertad ciudadana consagrada en la ley, eso está claro. Pero no lo está tanto que revocar a Villarán sea un uso responsable de ese derecho.

La revocación no es un arma ligera para usar al gusto. No debería emplearse en base a sensaciones o impresiones hechas al vuelo. Básicamente por una razón: si el uso de la revocación no se sustenta en ineptitud gruesa o corrupción flagrante y se emplea, por tanto, para justificar revocaciones en razones que caen dentro de lo discutible, la institución se convertirá en un instrumento más de la guerra política entre los partidos. Si eso pasa, no habrá región ni municipio del país que pueda encontrar esa estabilidad sin la que ningún avance es concretable. No olvidemos que los números exigidos para llamar a un proceso de revocación son lo suficientemente bajos como para que los perdedores de cada elección lo utilicen contra el ganador. Los sectores de la derecha que hoy promueven la revocación porque Susana Villarán es de izquierda, deberían saber que están inaugurando un uso de la institución (relativamente nueva en el Perú) que luego, sin duda, les será aplicado a ellos cuando estén en el poder.

Decimos que hay un sustrato ideológico en la campaña por revocar a la señora Villarán porque su pretendida base fáctica (que es una inepta absoluta, que no ha hecho nada durante su primer año de gobierno) no es tal. Sin que lo hecho impresione, desde el punto de vista del presupuesto de inversión del que dispone la Alcaldía de Lima, Susana Villarán ha ejecutado más que el señor Castañeda en su primer año. Ha creado los corredores viales de las avenidas Abancay y Túpac Amaru. Ha duplicado el Serenazgo y puesto videovigilancia en el Centro de Lima, el Rímac y Barrios Altos. Ha rehabilitado varios kilómetros de la Panamericana (Norte y Sur). Ha diseñado el Sistema Integrado de Transportes. Y podríamos seguir con los ejemplos.

Que quede claro que con nada de esto queremos implicar que la...

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