La otra revocación

Por Jerónimo Pimentel. Columnista

A días de la revocación municipal, se vislumbra otra: la que alentarán quienes, de ocurrir un resultado negativo el viernes ante Chile, pedirán la cabeza de Sergio Markarián. Nada más absurdo.

Los peruanos tenemos que entender dos cosas: que nuestro fútbol es pobre y que los procesos se deben cumplir.

Lo primero es un hecho que se deduce comparativamente. Solo en Italia, Chile tiene 11 jugadores de los cuales se da el lujo de prescindir de 8. En Perú tuvo posibilidades de ser el titular el arquero suplente del Niza y genera ilusión un delantero del Pacos de Ferreira. Ecuador tiene un sistema de clubes que les permite medirse de igual a igual con cualquier equipo argentino o brasileño, muchas veces con éxito (LDU). En Perú tenemos un torneo hecho con mocos donde hasta hace poco, a mitad de año, los equipos se dividían entre pares e impares por alguna inexplicada razón. Colombia no es Radamael Falcao, es un fútbol descentralizado con rivalidades regionales fuertes que apuestan por canteras (último campeón Sub 20). Perú tiene la institucionalidad más pobre de la región por lejos, baste ver que sus dos principales emblemas, Alianza Lima y Universitario, están formalmente quebrados e intervenidos.

Lo segundo es una constatación empírica. ¿De qué sirve...

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