Republicanos ponen en vilo la seguridad de EE.UU.

Por miguel vivancoCorresponsal en WashingtonLa terquedad política del Partido Republicano pareciera no tener límites. Mientras el Senado aprobó sin objeciones el presupuesto del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la Cámara de Representantes se negó a ratificar la propuesta senatorial y no pudo conseguir los votos para aprobar un ?Plan B? que postergaría el cese de operaciones por tres semanas. El punto discordante sigue siendo el alivio migratorio temporal concedido por el presidente Barack Obama en favor de cinco millones de indocumentados. Al cierre del presente despacho los líderes republicanos de ambas cámaras intentaban encontrar una salida político-partidaria que no comprometa a las agencias federales que brindan seguridad a la nación.De no surgir una solución presupuestal de última hora, desde este sábado los 200 mil empleados del DHS tendrían que trabajar sin sueldo, mientras que otros 30 mil funcionarios deberán esperar en sus casas la solución del conflicto parlamentario.Un lío entre dosRepublicanos y demócratas se acusan mutuamente de haber llegado a esta absurda situación, porque el alivio migratorio otorgado por el presidente Obama se encuentra bloqueado por el juez federal Andrew Hanen de Brownsville (Texas), quien la semana pasada acogió un pedido de amparo presentado por 26 Estados. Y como si fuera poco, el financiamiento de las órdenes ejecutivas, de implementarse, serían financiadas de forma directa por los propios indocumentados.El disgusto imperante en millones de estadounidenses radica en que lo único que se necesita es que ambas cámaras aprueben el desembolso de fondos para el resto del año que concluye el 30 de setiembre, con lo cual se evitaría poner en riesgo servicios vitales. El malestar y las críticas de los votantes se incrementan contra la mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso al no entender como en el Senado logró llegara a un acuerdo en el tema, pero en la Cámara de Representantes ocurrió todo lo contrario.De poco sirvieron las reiteradas invocaciones de Obama...

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