Relatividad tributaria

Por Abogado?Lo más difícil de entender en este mundo es el impuesto a la renta?. La frase no pertenece a un pobre contribuyente luego de recibir una acotación de la Sunat por un error en la indescifrable declaración jurada de impuestos. Tampoco es de un estudiante de Derecho que luego de salir de su clase de tributario decidió que se dedicará al más comprensible derecho laboral.La frase pertenece a Albert Einstein, quizás el genio más grande de la historia, que desentrañó muchos de los misterios más complejos del universo con su teoría de la relatividad.Y no le falta razón. Soy un convencido de que el impuesto a la renta es una creación intencionalmente diabólica y confusa, un laberinto lleno de trampas en las que el pobre ciudadano cae fácilmente y, para escapar, tiene que entregarle su dinero a la Sunat.Pero hay un principio sencillo: si los impuestos no son claros, quien debe pagar los platos rotos no es el pobre contribuyente sino el Estado que los hizo confusos. Y esto se sustenta, a su vez, en una razón clara: los impuestos son el ejercicio excepcional y limitado de una potestad del Estado para tomar lo ajeno; nuestra propiedad. Literalmente, el Estado se apropia de riqueza que no ha producido. Y si va a afectar nuestro derecho de propiedad, tiene que ser muy predecible en cómo lo hace.Una reciente sentencia del Tribunal Constitucional es clara expresión de la preocupación de Einstein. El caso (el beneficio tributario por reinversión de utilidades de las universidades) se ha hecho conocido por el lío de comadres (o de compadres, para no ser sexista) que se armó entre los magistrados. La magistrada Marianella Ledesma emitió un voto singular cuyo principal propósito fue agredir a sus colegas, deslizando que fueron arbitrarios para favorecer a las universidades privadas. Sus colegas le contestaron en el mismo tono y convirtieron el lío de sentencia en un pedido frustrado de que se vaque a la magistrada.Pero lo importante está en el fondo. El Estado fue realmente arbitrario. Para fomentar la inversión en educación, concedió un beneficio a las instituciones educativas particulares, de manera que si reinvertían sus utilidades podían usar el 30% como un crédito tributario.El Estado, con sus actos, dio a entender claramente que el...

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