Regalos para Lima, pero bien hechos

Por Jorge Ruiz De Somocurcio. Arquitecto y UrbanistaUn informe de El Comercio (21/4/14) anuncia posibles grandes cambios en Lima de la mano de megaproyectos urbanos. Se mencionan la línea 1 del metro norte-sur, la línea 2 este-oeste (Ate-Callao), la prolongación de la Vía Expresa hacia Villa El Salvador y el viaducto La Molina-Surquillo; además de un centro de convenciones en San Borja, el complejo del otrora cuartel San Martín y un nuevo centro financiero en terrenos del hipódromo en Surco.Yo agregaría, por su impacto social, los teleféricos este (Santa Anita?El Agustino) y norte (San Juan de Lurigancho-Independencia). La mayoría de proyectos procede de alguna forma de alianza público-privada, pero con excepciones, no tienen una visión de ciudad de la cual formen parte. Son proyectos encerrados en sí mismos, que responden a necesidades acumuladas, como el metro o simplemente al mercado de oportunidades por el crecimiento económico.Las líneas del metro son buenos proyectos, pero no son parte de un sistema intermodal que las integren al Metropolitano y a los alimentadores. A diferencia de Medellín, por ejemplo, que vincula en un solo boleto el metro, el metro cable y las escaleras eléctricas.El centro de convenciones, apurado proyecto con la inefable OIM (Organización Internacional para las Migraciones), debe estar listo para la asamblea del Fondo Monetario Internacional en Lima. Se ubicará junto al Teatro Nacional y la Biblioteca. Pero no hay un plan de manejo que desarrolle esa zona como un polo cultural.Todas son actividades dispersas, con diferentes administraciones y en un terreno cercado. Ni idea de un bulevar de la cultura, que atraería con seguridad...

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