La reforma en limpio

El mensaje que la lideresa de Fuerza Popular (FP), Keiko Fujimori, divulgó la semana pasada a través de las redes sociales ha puesto en evidencia que el pulseo entre el Ejecutivo y la mayoría parlamentaria acerca de quién capitalizará ante la ciudadanía el proceso de reformas políticas puesto en marcha en el discurso presidencial de Fiestas Patrias está lejos de haber concluido.Más allá de las divergencias que pudieran existir con respecto a tal o cual aspecto técnico de los cambios que se quieren introducir a la forma en la que se accede a la representación popular y se la ejerce, es obvio que existe una disputa entre el Gobierno y el fujimorismo por establecer cuál de los dos determina la agenda ?temas a discutir y cronogramas? y, por lo tanto, acaba apareciendo ante los futuros votantes como quien domina la coyuntura que estamos atravesando.En medio de la polvareda que esa contienda levanta, sin embargo, algunos elementos van quedando claros, ya sea porque se deja de discutir sobre ellos o porque una de las dos partes consiente en que su posición inicial no tiene cómo sostenerse hasta el final. Así, todo parece indicar que, por un lado, el Ejecutivo no insistirá en la intangibilidad esencial de los proyectos que ha enviado al Congreso; y por otro, Fuerza Popular y otras bancadas minoritarias aceptarán que el diseño de las reformas esté listo para ser sometido a referéndum en diciembre.Sea como fuere, sería ideal que esas dos consideraciones fueran admitidas de forma explícita para poder pasar a un segundo momento fundamental en el proceso: el de la discusión, sin prisa pero sin pausa, de aquellos aspectos de la reforma política que desde fuera de la confrontación han sido señalados ya como problemáticos. Concretamente, la iniciativa para prohibir la reelección congresal inmediata, la restricción del número de parlamentarios a 130 aun cuando se restablezca la bicameralidad, y la confusa distribución del territorio nacional en macro y microdistritos para la elección de senadores y diputados, respectivamente.En lo que concierne a la iniciativa para impedir la reelección congresal inmediata, conviene recordar que, si bien es popular (76% se manifestó a favor de ella en la última encuesta de El Comercio-Ipsos), no es razonable. Esto porque supone prescindir de la experiencia de quienes han desarrollado ya por lo menos una vez la labor legislativa y, presumiblemente, han sido...

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