Reelegir no es el problema

Por FernandoTuesta Soldevilla

Lea mañana en Política aJaime de AlthausEl Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.El desprestigio de la política no tiene como una de sus causas la reelección parlamentaria. Si así fuera, muchos países la hubieran prohibido. Defender la reelección parlamentaria no es popular y menos políticamente correcto, pero hay que hacerlo, pues del desconocimiento se puede pasar a la confusión y más tarde a la canalización de un rechazo (más) a la política, que no permite mirar las reformas con claridad y responsabilidad. Por eso, de las propuestas anunciadas por el Ejecutivo esta, siendo la más popular, resulta siendo la más inconveniente.En realidad, desde hace décadas los peruanos se lamentan de sus representantes y, cada vez más cerca del inicio del mandato. Pero es, en realidad, la combinación de voto preferencial, inexperiencia partidaria y alta renovación de la representación parlamentaria la que formó parte, entre otras, de las causas del hoy desprestigiado Parlamento. Por lo demás, la tasa de reelección parlamentaria en nuestro país en las tres últimas décadas es de menos de la cuarta parte de sus miembros.Si el control político ciudadano se ejercita a través del voto, como premio o castigo, este se materializa, en la mayoría de las constituciones, en la posibilidad de la reelección de los congresistas. Vale la pena recordar que en América Latina solo se impide la no reelección de los parlamentarios en Costa Rica y México, pero con períodos de mandato de cuatro y tres años, respectivamente.Un argumento para impedir la reelección es que...

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