Recuento de una crisis

AutorSaki Bigio
CargoProfesor en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia

La innovación financiera estadounidense volvió a los mercados financieros e inmobiliarios bastante más frágiles, al brindar una falsa sensación de seguridad.

El mes pasado se cumplió el quinto aniversario de la caída de Lehman Brothers. Muchas preguntas han quedado sin respuesta. Para mí, la más importatnte es: ¿cómo puede ser que la caída de unos cuantos bancos haya provocado la peor crisis mundial en cien años? Vale la pena repasar la secuela de eventos para ilustrar la complejidad de la pregunta.

Desde principios de los noventa, el mercado hipotecario americano crecía rápidamente gracias a un sistema de reventa de hipotecas. Se pensaba que la venta de instrumentos financieros indexados a cientos de hipotecas podría ser una fuente de financiamiento barata para los bancos al ser instrumentos de bajo riesgo. Sucedió todo lo contrario. Al parecer, esta innovacion financiera volvió a los mercados financieros e inmobiliarios bastante más frágiles al brindar una falsa sensación de seguridad. Al 2006, solo bastó una caída moderada de los precios inmobiliarios para traerse abajo todo. Con la baja de precios, muchas hipotecas empezaron a entrar en morosidad. Se iniciaba un círculo vicioso: el alza en la morosidad traíaa consigo pérdidas para la banca; estas pérdidas provocaban una caída de la oferta del crédito hipotecario, lo cual reforzaba el círculo vicioso. Se empezaba a gestar una crisis global.

La gravedad de la crisis se hacía notoria cuando los problemas en el mercado inmobiliario contagiaban el temor al resto de la economía mundial. Para setiembre del 2008, a casi un año de iniciada la recesión, ya habían colapsado instituciones emblemáticas como Lehman Brothers, Bear Stearns o la mega aseguradora AIG. El Gobierno y la Reserva Federales salían al rescate. A pesar del esfuerzo, estos eran meses de turbulencia financiera en los que sucesió algo muy preligroso: el mercado de préstamos interbancarios quedó congelado. El mercado interbancario es esencial para el funcionamiento del crédito, porque ello le permite a un banco pagar sus depósitos sin recortar cososamente sus préstamos. Durante la crisis, los bancos dudaban los unos de los otros. Esto parece haber sido un factor determinante. Por temor a perder acceso a la liquidez, la banca empezó a recortar préstamos por doquier, más allá de las hipotecas. En paralelo, el temor contagiaba también al...

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