El rayo galés

Por Manuel BarretoA los 14 años, Gareth Bale corría los 100 metros planos en 11,40 segundos. Sus profesores en el colegio lo incentivaban a que practique el atletismo, hockey o que jugara rugby. Pero no había forma de convencerlo, era imposible sacarle el fútbol de la cabeza. Le gustaba coger el balón y no devolverlo hasta driblear a todos y marcar un gol. El miércoles, mientras iniciaba esa odisea individual, pareció recordarlo. Salió despedido como una flecha, deteniendo el tiempo y la respiración de todo el mundo. No paró hasta introducir la pelota por entre las piernas de Pinto. Corría el minuto 86 y el galés sentenciaba una final de Copa del Rey dramática y dispareja.Real Madrid utilizó el mismo antídoto que en menos de una semana le había funcionado en la Champions al Atlético y en la Liga al Granada. Dos líneas de cuatro con menos de diez metros de distancia entre sí y dos puntas generosos en el despliegue.Coberturas y relevos constantes para achicar los espacios y transición rápida al momento de recuperar el balón. Los contraataques eléctricos de Di...

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