Una pugna intensa por la Casa Blanca

Por Miguel VivancoCorresponsal en WashingtonTodo apunta a que en noviembre del 2016 los estadounidenses abandonarán sus tradicionales líneas ideológicas, y que apostarán por un nuevo estilo de autoritarismo o por una mujer, por primera vez en su historia, en el centro del poder.Cuando faltan unos meses para que concluyan las primarias partidarias, tal parece que los demócratas depositarán sus aspiraciones de retener la Casa Blanca en la ex senadora Hillary Clinton. Ni los discursos ?revolucionarios? del senador Bernie Sanders ni la experiencia del ex gobernador Martin O?Malley han podido arrebatarle el sólido 50% de respaldo que exhibe la ex primera dama. En el lado republicano, el interminable enfrentamiento entre conservadores y ultraconservadores ha permitido que el multimillonario Donald Trump, sin mayor experiencia en avatares políticos y diplomáticos, se vislumbre como virtual ganador de la designación presidencial. Su promedio de aceptación es del 39% y hoy se encuentra unos 20 puntos por encima de sus más cercanos competidores: el senador Ted Cruz, el neurocirujano retirado Ben Carson y el senador Marco Rubio.Un triunfo de Trump en los predios republicanos no solo complicaría la candidatura de Clinton, sino que allanaría el camino para que, según muchos expertos, la intolerancia política se apodere de la Casa Blanca. Toda repetición es una ofensa El actual escenario político dista mucho de tener similitud con el de 1992, cuando el multimillonario texano Ross Perot ingresó a la contienda electoral para quebrar el ?establishment? de Washington. Ahora no se habla de incremento de impuestos, reducción del déficit fiscal o cancelación de proyectos federales. Tampoco se exponen nuevas propuestas o programas de reactivación económica. Hoy lo esencial parece haber sido dejado de lado por lo trivial y por el beneficio del show mediático.Decir que el sueño americano ha muerto, amenazar con deportar a más de once millones de indocumentados, insultar a los inmigrantes mexicanos, calificar de potenciales terroristas a todos los musulmanes o autocalificarse como ?el mejor presidente de empleos que Dios jamás ha creado? ?todo lo cual ha hecho o dicho Trump? no parece emanado de un equipo de campaña presidencial. Muchos votantes insatisfechos con el estilo de gobierno de Barack Obama han empezado a ver al excéntrico multimillonario como el superpoderoso, el ganador seguro y el aniquilador del terrorismo internacional. Todo ello apuntala al magnate...

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