Las puertas se van cerrando

Por Leandro DarioDesde Buenos AiresEn Avellaneda, suburbio de clase media baja localizado en el conurbano bonaerense, a diez minutos del Obelisco, un grupo de jóvenes de 30 años, con hijos pequeños y módicos salarios, discuten sobre el endurecimiento de las leyes migratorias, tras delitos resonantes cometidos por extranjeros. ?Si un argentino quiere ir a Bolivia, le piden un montón de papeles?, dice Rubén. ?Acá dejan venir a cualquiera, se pueden atender en los hospitales públicos e ir a la universidad gratis. Somos muchos. Nos chocamos ya?, le responde Claudio. Acto seguido, elogian, un poco en broma y otro tanto en serio, a Donald Trump.El diálogo es revelador. Los argentinos, descendientes casi todos de inmigrantes, están divididos en torno a los requisitos que debe exigir el Estado para permitir el ingreso de extranjeros. El asesinato de Brian Aguinaco, de 14 años y ejecutado por ladrones en motocicletas, conmovió a la ciudad de Buenos Aires. Brian Joel Cruz González, de 15 años y doble nacionalidad, argentino-peruana, fue detenido por el crimen, pero a los pocos días lo liberaron por ser menor de edad. Tras un largo debate mediático y judicial, el muchacho viajó al Perú el 11 de enero, pese al reclamo de los familiares de la víctima. El caso encendió una mecha que avivó incendiarios discursos xenófobos.?Hay que actuar preventivamente y poder decir: ?Señor, me informan que usted cometió una serie de delitos en su país, acá no es bienvenido?. No podemos permitir que el crimen siga eligiendo a la Argentina como un lugar para venir a delinquir?, afirmó el presidente Mauricio Macri, al anunciar la reforma de la ley migratoria. El proyecto generó roces con el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien ha pedido ?no seguir las políticas migratorias del norte?. ?La ley es la misma que tiene Bolivia?, le respondieron desde la Casa Rosada.El cambio de política apunta a chequear antecedentes penales de los inmigrantes en sus países de origen antes de que crucen la frontera. Y, además, busca expulsar del país con más celeridad a los extranjeros que cometan delitos en Argentina. Según la oposición argentina, se trata de una serie de medidas legales que endurece el histórico régimen de puertas abiertas que tenía el país, y se hace eco del tradicional discurso de mano dura que muchas veces confunde a inmigrantes con delincuentes. Por su parte, el gobierno sostiene que se trata de diferenciar a ?justos de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR