Psicoanalisis y cambio climatico.

AutorGheiler, Marcos
CargoPODER Y SOCIEDAD

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

La Tierra, "nuestro" planeta, se formó hace cuatro mil seiscientos cincuenta millones de años, con todo el sistema solar. De acuerdo a las evidencias con que contamos, es el único lugar donde existe vida tal como la conocemos, y actualmente está poblada por más de 6700 millones de seres humanos. Investigaciones demográficas recientes refieren que en el paleolítico la población total, concentrada en lo que hoy conocemos como el continente africano, no pasaba de 125 000 seres humanos. En el neolítico, el mundo ya estaba habitado por algo más de cinco millones. De todos los problemas globales que aquejan hoy a nuestro mundo, uno de los más dramáticos es el del cambio climático. En los últimos cien años, la Tierra ha incrementado su temperatura en 0,74 grados centígrados, y recientes indagaciones científicas plantean que en adelante lo hará en 0,2 grados por década, lo que tiene que ver en gran parte con la concentración de dióxido de carbono, a la fecha la más alta de los últimos 650 000 años.

Las series históricas climatológicas muestran que desde la primera revolución industrial a nuestros días, los llamados gases de invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno) se han incrementado de manera exponencial, fundamentalmente por el uso de combustibles fósiles, hecho que hace fácil deducir que en este fenómeno climático la responsabilidad del ser humano es más o menos evidente. Los científicos más conservadores denominan a este fenómeno "cambio climático", y los que serían considerados más bien alarmistas, lo llaman "crisis climática".

Las consecuencias a escala global son notorias: el incremento de la frecuencia y magnitud de eventos extremos como sequías, inundaciones, olas de calor, tormentas; e impactos que algunos consideran ya irreversibles como el retroceso de los hielos de Groenlandia y del Continente Ártico, y la ralentización de las corrientes cálidas del Atlántico Norte.

En el Perú, los efectos asociados a este fenómeno son el incremento de las heladas, la desglaciación de zonas antes de hielos perpetuos y la aparición de enfermedades tropicales en zonas acostumbradamente frías debido a la elevación del calor y la irregularidad de las lluvias. Según información reciente del Ministerio del Ambiente, el Perú es el tercer país más vulnerable al cambio climático y, para poner en marcha medidas de adaptación a este fenómeno, los países pobres necesitan entre 100 000 a 150 000 millones de dólares al año.

Unas orquídeas que florecieron mucho antes de lo acostumbrado nos reafirmaron una inquietud: comprobamos en nuestros hogares la alteración climática anunciada por los científicos, pues se trataba, ahora, de situaciones repetitivas, en muchos lugares del planeta, que coincidían con lo descrito por estos. Estamos siendo testigos de una cantidad creciente de advertencias, cada vez más contundentes, respecto al peligro que acarrea la forma en que venimos atacando el equilibrio medioambiental de nuestro planeta.

No deja de ser inquietante cómo la población, casi al unísono, acusa una ausencia de Ley-Padre-interno en relación al daño que, para nuestra (efímera) comodidad, le estamos infligiendo a La Madre Tierra. Quién es y dónde está el Padre --que da la Ley y exige su cumplimiento--frente al daño, al parecer, hoy irreversible (o muy cercano a serlo) que El Hombre sigue ocasionándole, impunemente, a la vida de la "Madre Naturaleza". ¿Cómo está articulada la triangulación...

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