Un promisorio futuro

Por Carlos Zanabria

En los últimos 10 años, la ciudad de Arequipa ha crecido de tal manera que hoy su fisonomía es otra. Modernos edificios y amplios centros comerciales asentados en las riberas del río Chili han perfilado el nuevo rostro de la que algunos consideran la ciudad más importante del sur peruano.

Así lo reflejan las cifras del departamento de estudios económicos de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA), pues mientras que el país creció 6% por año en la última década, Arequipa lo hizo a un ritmo de 7%, con picos muy altos como el registrado en el 2007, en que alcanzó el 15%.

El gerente de la CCIA, Rafael Chirinos, afirma que la Ciudad Blanca es el centro del sur. En ella no solo se concentran negocios, sino también servicios para regiones cercanas como Cusco, Puno, Moquegua y Tacna.

ORIGEN DEL CAMBIOCabría preguntarse cómo pasó Arequipa de ser una ciudad contestataria a una urbe que atrae inversiones y con un dinamismo económico evidente. Chirinos considera que todo comenzó a finales del siglo pasado, cuando la minera Cerro Verde amplió sus operaciones y con ello potenció el desarrollo económico de la región. Paralelamente, los proyectos mineros desarrollados en Moquegua y Cusco contribuyeron a consolidar el despegue de la ciudad de los volcanes.

El panorama de ahora es similar al de hace una década descrito por Chirinos: se espera que la minera Cerro Verde concrete la ampliación de sus operaciones con una inversión US$ 1.000 millones, lo que generará 4 mil nuevos puestos de trabajo. Además, se espera que Southern retome el proyecto Tía María, que demandará US$ 950 millones.

Pero el ?boom? minero no está supeditado solo a estos proyectos. El Ministerio de Energía y Minas...

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