La profesión de la fe

La semana pasada, Mario Romero Valdivieso fue elegido presidente de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú para el período 2015-2016 en medio de promesas de reforma. Ya en enero pasado, cuando asumió el cargo de decano del Colegio de Notarios de Lima, Romero Valdivieso declaró en su discurso que es necesario ?cambiar para seguir avanzando?.¿Qué reformas necesita entonces el sistema de notarios públicos? Las amplias restricciones a quienes quieran ingresar al notariado son un asunto por solucionar. Así, por ejemplo, quien pretenda ejercer esta actividad debe ser, exclusivamente, abogado de profesión, además de pasar por una serie de evaluaciones objetivas y subjetivas.Sin embargo, a todas luces, el cambio más urgente consiste en promover la apertura de nuevas plazas. Hoy, la interpretación del sistema legal limita el número de notarios públicos que pueden ejercer en determinado territorio, lo que, en la práctica, otorga a los afortunados funcionarios una suerte de oligopolio legal sobre los servicios que brindan. Como hemos señalado en anteriores editoriales, establecer un número tope de notarios por localidad no dista demasiado de implementar límites máximos al número de ingenieros u odontólogos. La demanda cautiva, sin posibilidad de ir a la competencia o de emprender su propio negocio notarial, se ve obligada a usar servicios que no necesitan ser eficientes ni eficaces para ser rentables.Concretamente, según la legislación, cada provincia que cuente con al menos 50.000 habitantes debe tener no menos de dos notarios, y por cada 50.000 habitantes adicionales se debe crear otra plaza. Lo curioso es que la norma se ha venido interpretando de manera sostenida como si la ley estableciese un máximo de notarios por localidad, en vez de un mínimo como en realidad señala.Aun entendiendo que debiese existir solo un notario por cada 50.000 habitantes, lo cierto es que el número real de notarios es todavía menor. Según el Indecopi, en el 2011, existían más de 30 plazas no ocupadas, y no hay indicios para pensar que la situación ha mejorado desde entonces. De hecho, en lugares como Tarapoto existe desde hace ya algunos años un solo notario para toda la ciudad. Algo similar sucede en el Callao. La causa de la vacancia de estas plazas es, en muchos casos, las acciones legales interpuestas en contra del concurso público para...

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