El problema es el machismo

Por Socia fundadora de Gender Lab

El año pasado tuvimos 166 nuevos feminicidas, hombres que mataron a sus parejas o exparejas. Este año las cifras parecen indicar que tendremos unos 180 más, 180 nuevos hombres que ya mataron o matarán a sus parejas o exparejas. También tendremos cientos de nuevos violadores de mujeres, niñas y adolescentes. Y otro tanto que serán psicológica y físicamente violentos con las mujeres más cercanas a ellos.Hay algo en la forma en que nuestra sociedad entiende las relaciones entre los géneros y en la pareja que hace que cada año esta realidad se haga más cruenta y grave. Paradójicamente, esto sucede a la par de nuevos intentos por minimizar el problema y desviar la atención con preocupaciones desproporcionadas por las denuncias falsas (como hoy pasa cuando se habla de hostigamiento sexual laboral), o argumentos que se esfuerzan en resaltar que las mujeres también matan a otras mujeres (como lo acabamos de ver con la cobertura del caso de Solsiret), o que los hombres también sufren violencia haciendo hincapié en que todas las violencias son iguales, cuando no lo son. En nuestro país, ser mujer conlleva un riesgo adicional. El 92% de los feminicidios que sufren las mujeres se produce en el contexto de las relaciones de pareja y familia. Y nuestra casa, lejos de ser el lugar donde más seguras estamos, es la que mayores riesgos presenta para nuestra vida e integridad.La violencia que sufren las mujeres no es un asunto privado, sino un problema público. Y eso es algo que nuestra sociedad todavía no entiende. Vivimos bajo mandatos sociales machistas socializados e institucionalizados. El problema es el machismo, un machismo que vive entre nosotros y que reproducimos incesantemente. Miguel Lorente lo define como una suerte de ?manual de instrucciones? que nos dice cómo se debe comportar una mujer y qué debe hacer un hombre cuando la mujer no se comporta como es debido.¿Que eso no es así? Veamos qué nos dice la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (Enares, 2015) sobre cómo se debe comportar una mujer en el Perú. Una mujer en el Perú debe, antes que nada, cumplir con su rol de madre, esposa o ama de casa. Luego puede dedicarse a realizar sus propios sueños. Mandato social que comparte uno de cada dos peruanos. Una mujer en el Perú debe ser obediente. No debe trabajar si su pareja no quiere que lo haga. Y claro...

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